Ha sido campeón en repetidas ocasiones, en torneos celebrados en el Estado, que lo han llevado a colocar en la vitrina de su hogar sus triunfos.
NOGALES, Sonora
Óscar Gabriel Cortez Arredondo o también conocido como “El Patroncito Cortez”, es un joven nogalense de 16 años, que ha logrado poner en alto a la frontera y a todo el estado de Sonora en el boxeo amateur.
Ha sido campeón en repetidas ocasiones, en torneos celebrados en el Estado, que lo han llevado a colocar en la vitrina de su hogar sus triunfos como lo son: tres campeonatos estatales y una medalla de bronce, que ganó en el Festival Olímpico en la ciudad de Guadalajara Jalisco y que enorgullecen a su familia.
Con una rutina y disciplina intachable, el joven despierta a las cinco de la mañana, de lunes a viernes, para ir a correr más de cinco kilómetros, regresar a casa, la cual se ubica en la colonia San Miguel, llegar a bañarse, desayunar y tomar un camión para ir a la preparatoria, en el horario de las nueve de la mañana a las dos y media de la tarde.
A las 16:30 asiste a sus entrenamientos en el Gimnasio de la Unidad Deportiva “Virreyes”, donde hace salto de cuerda, sombra, costales, cintura, un poquito de todo…Así lo describe él.
El interés hacía el deporte comenzó por su gusto a los juegos de defensa personal y de contacto, “no sobresalía en deporte” menciona Óscar, quien nunca se imaginó que impulsado por su padrino el señor Rey Andrade, encontraría su pasión al ponerse los guantes y sentir esa adrenalina.
A la edad de doce años, comenzó su interés por el boxeo, pero debido a la pandemia, tuvo que frenar sus entrenamientos que retomó hasta el 2020, asesorado por el entrenador Jesús Lora, ha llegado a obtener éxito en el trayecto de su carrera que lo han destacado como uno de los nogalenses de ejemplo para los demás jóvenes como deportista y estudiante.
Óscar, agradece el apoyo de todas las personas que lo impulsan a seguir adelante principalmente el de su mamá Claudia Arredondo, que incondicionalmente aplaude sus logros y sus dos hermanos menores; César Cortez y Claudia Cortez, que lo admiran y siguen sus pasos de buen hijo, estudiante y ejemplar deportista.
Por medio del deporte ha realizado viajes a Hermosillo, Puerto Peñasco, San Luis Rio Colorado, Puerto de Guaymas y Guadalajara, Jalisco, donde ha regresado con una gran experiencia, preparándose más, para los torneos que vienen en puerta como lo son: Phoenix, Arizona, Mexicali, Estados Unidos y Canadá.
Menciona que sus logros no hubieran sido posibles sin la ayuda de su familia y el Instituto Municipal del Deporte, que siempre lo han apoyado en cada torneo al que participa, igual que su padrino y su entrenador quienes, antes de subirse al ring, le dan palabras de aliento lo motivan más allá de la pelea a la que se va a enfrentar…
Cada viaje, por más cansado que sea, el joven siente cobijo por toda la gente que lo rodea, por las personas que siguen su joven pero brillante carrera, por el instituto, por su familia, por su entrenador, por su padrino que saben que él va a cumplir su ilusión de llegar al Comité Olímpico Mexicano.
“No anden en las calles, siempre deben estar bien, ya sea en un deporte o estudiando”, concluye diciendo Óscar (El Patroncito Cortez), un hombre joven y con mucho futuro por delante y orgullosamente de esta frontera.
