Tortura a migrante LGBTQ+ ruso en centro de detención de Arizona

Las historias de migrantes en centros de detención a menudo pasan desapercibidas, silenciadas por la burocracia y la lejanía geográfica. Pero detrás de cada número, detrás de cada expediente, hay una vida, un pasado, un futuro en juego; y a veces, esas vidas esconden realidades estremecedoras que requieren nuestra atención

Tortura a migrante LGBTQ+ ruso en centro de detención de Arizona

La deportación de Maksim Borisov, un joven ruso de 22 años, a su país de origen podría ser una sentencia de muerte. Detenido en el Centro de Detención de Eloy, Arizona, un centro administrado por la controvertida empresa CoreCivic, Maksim enfrenta una situación desesperada. Su identidad como disidente político y miembro de la comunidad LGBTQ+ lo convierte en un blanco fácil para la persecución, tanto en Estados Unidos como en Rusia.

Su calvario comenzó hace tres meses, cuando llegó a Estados Unidos buscando asilo. Amenazas y abusos por parte de oficiales del ICE, junto con la indiferencia de CoreCivic ante una queja formal por acoso homofóbico, han marcado su estadía. La orden final de deportación, emitida el 28 de mayo sin posibilidad de apelación, lo ha sumido en la desesperación. Las amenazas de un agente del ICE de enviarlo a una prisión federal en caso de negarse a regresar a Rusia, donde se enfrenta a la tortura o la muerte, han intensificado su temor.

La participación de Maksim en protestas contra el régimen de Putin, sumada a la publicación de una fotografía suya en un desfile del orgullo en Tailandia, lo han convertido en un objetivo. La inteligencia rusa, según cree, conoce su historia política e identidad sexual. "No puedo regresar," declaró a Migrant Insider, "Me matarán."

El caso de Maksim pone de manifiesto la vulnerabilidad de los solicitantes de asilo LGBTQ+ en los centros de detención de Estados Unidos. Organizaciones como Trans Queer Pueblo y RICE denuncian la negligencia y los abusos generalizados en centros como Eloy, incluyendo la falta de atención médica adecuada, el acceso limitado a tratamientos de transición para personas transgénero y la ausencia de medidas para garantizar la seguridad de los migrantes LGBTQ+.

El informe de Detention Watch Network de 2024, que registra al menos 16 muertes en el centro de Eloy, incluyendo cinco suicidios, añade una capa de gravedad a la situación. Una investigación federal ha confirmado deficiencias graves en el centro, incluyendo atención médica inadecuada, condiciones insalubres y casos repetidos de abuso físico y verbal por parte del personal.

La lucha de Maksim por sobrevivir trasciende su caso individual. Representa la lucha de innumerables solicitantes de asilo LGBTQ+ que buscan refugio en Estados Unidos, pero se enfrentan a una realidad de miedo, abuso y negligencia dentro del propio sistema de inmigración. Su destino permanece incierto, pero su historia sirve como un llamado urgente a la acción para exigir una reforma del sistema de detención de inmigrantes y una protección efectiva para los solicitantes de asilo vulnerables.