Una noche inolvidable; la final de Libertadores 2001

Una noche inolvidable; la final de Libertadores 2001
CIUDAD DE MÉXICO.- Existen partidos imborrables como una cicatriz. Uno de ellos cumple 20 años, un episodio que cambió la percepción del futbol mexicano, la final de la Copa Libertadores del 2001 en la que Cruz Azul murió de pie en un ejercicio heroico que le hizo ver los peores pronósticos a Boca Juniors en una noche fría de otoño en Buenos Aires.A la distancia, dos jugadores de aquel partido conversan de un juego que tuvo emoción, gases lacrimógenos, goles, balones en los postes y penales.Melvin Brown en Zapopan y Christian Traverso en Buenos Aires, inician una charla por el preámbulo del juego final de un torneo convulso en el 2001, como son siempre los de Libertadores.Melvin Brown (MB): “Nos sentíamos superiores, perdón Christian, porque voy a sonar agrandado, pero era la realidad, es lo que pensábamos en ese momento.Christian Traverso (CT): No, no, es cierto, Cruz Azul tenía un equipazo. Pasa que habíamos ganado en el Azteca, vinimos a La Bombonera y dijimos, ‘será más fácil’, no relajados, pero teníamos a toda la gente a favor.MB: Hasta Diego Armando Maradona, recuerdo que cuando entró, el estadio cantó diferente.CT: Sí, se hace una avalancha, quiere decir que toda la gente se va encima del que está adelante hasta la alambrada. Cuando las cosas salen mal, el estadio tira a favor de Boca, y esa noche las cosas no nos salían.MB: Aun así, a nosotros no nos impactó el estadio, creo que fue peor Rosario Central, el Gigante de Arroyito, la verdad es que eso nos curtió, ya veníamos preparados.CT: ¿Te acuerdas del lío con los gases lacrimógenos? Se armó el colapso afuera, se escuchaban las balas de goma y había un helicóptero de la policía que aumentaba el gas en la cancha, se tuvo que parar el partido.MB: Claro, fue al minuto seis. La verdad les estábamos dando un baile. Creo que eso les afectó más a ustedes, porque nosotros recuperamos el ritmo y Boca no. Los gases se sintieron, nos decían que nos echaramos agua en la cara y luego que no, así era la Libertadores, ahora echan gases y se llevan la final a Madrid (risas).CT: Son juegos de Libertadores, tienes razón, además la cancha no estaba bien. El barro, la humedad, el frío, encima los papelitos, una cantidad insoportable en la cancha.MB: Esos méndigos papeles amarillos y azules, echaron millones. Saqué zapatos con seis tachones y se me pegaban, parecía que traía tenis, me resbalaba por toda la cancha.CT: Aun así eran duros para marcar ¡eh!, la verdad un equipo incómodo. Nosotros sacamos el juego por puro orgullo, porque veníamos lesionados y enfrentados con nuestra directiva, había uno en la dirigencia que nos trataba mal.MB: Llegó un momento tras el gol de Palencia en que el estadio se calló y se cayó, eso de que La Bombonera grita, pues no escuché como 10 minutos un sonido.CT: Bueno, luego despertó, tuve una al minuto 85 que pegó en el travesaño. La quise asegurar tanto que no entró.MB: Se me había olvidado esa. Pinheiro puso una de nosotros a su poste, yo quise contrarrematar, pero por como estaba la cancha me picó muy rapido la pelota y no le di.CT; Hubieras anotado tú y yo. En los penales quería patear pero Bianchi me dijo, ‘tú no tiras’, porque había errado en semifinales contra Palmeiras, asi que me puse la chamarra.MB: Anotó Palencia, íbamos bien, luego Córdoba le detiene a Galdames, y dices ‘puta madre, otra vez en penales’, teníamos algo de esperanza, pero falló Hernández y luego Pinheiro... se acabó.