Lesiones de Gil y Brubaker ensombrecen la pretemporada de los Yankees
La pretemporada de los Yankees está cargada de expectativas, la lucha por un puesto en la rotación titular se intensifica con cada lanzamiento, cada entrenamiento. La competencia es feroz, la presión es alta
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La pretemporada de los Yankees se ha visto sacudida por inesperadas lesiones que amenazan con alterar sus planes para la temporada regular. El Yankee Stadium, escenario habitual de gloriosas victorias, se ha convertido en un campo de batalla contra las adversidades físicas.
El impacto más inmediato lo ha sufrido JT Brubaker, de 31 años, tras recibir un pelotazo durante un juego de pretemporada que le ha provocado tres costillas rotas. Esta nueva lesión, que se suma a una larga lista de problemas físicos previos incluyendo una cirugía Tommy John y una lesión en el oblicuo, pone en seria duda su regreso a las mayores. Brubaker, quien buscaba afianzar su puesto en la rotación tras una efectiva rehabilitación con una efectividad de 2.70 en 16 entradas y dos tercios en ocho apariciones, deberá ahora enfrentar un largo periodo de recuperación.
A este contratiempo se une la incertidumbre que rodea a Luis Gil, el joven lanzador dominicano de 26 años. Una molestia en el hombro, surgida durante una sesión de bullpen, ha obligado al manager Aaron Boone a ordenar una resonancia magnética para determinar la gravedad del problema. Gil, quien tuvo una temporada 2023 sobresaliente con un récord de 15-7 y una efectividad de 3.50 en 29 aperturas, era considerado un pilar fundamental en la rotación titular junto a figuras como Gerrit Cole, Max Fried, Carlos Rodón y Clarke Schmidt. Su impactante desempeño, a pesar de los 77 bases por bolas (la cifra más alta de las Grandes Ligas), lo convertía en una pieza clave. Boone ha expresado su preocupación, afirmando que "parece que nos va a costar algo de tiempo".
La situación deja a los Yankees con una seria preocupación en su rotación. Si la lesión de Gil resulta grave, Marcus Stroman se perfila como el principal candidato para ocupar su lugar. Mientras tanto, la pretemporada, que debía ser un periodo de preparación, se ha transformado en una carrera contrarreloj para el equipo neoyorquino, luchando no solo por el terreno de juego sino también contra la adversidad física.
La batalla por un lugar en la rotación titular del Yankee Stadium se ha vuelto más compleja e impredecible, con la salud de sus lanzadores como principal preocupación antes del inicio de la temporada regular.