Crisis en Rayados: Canales lesionado y la tensión a flor de piel
El ambiente en el vestidor de Rayados está más caliente que una taza de café recién hecho. La tensión se palpa, un ingrediente extra en la ya compleja receta del Clausura
Un incidente en el vestuario de Rayados sacude al equipo a pocas jornadas del final del Clausura.
El jueves, las instalaciones del club fueron escenario de una tensa confrontación entre el capitán Sergio Canales y el entrenador Martín Demichelis. La tensión, según fuentes internas, se originó por la decepcionante posición del equipo en el noveno lugar del torneo Clausura, a pesar de su cuantiosa inversión, la cuarta más alta del fútbol mexicano. La reciente incorporación de Sergio Ramos no ha sido suficiente para cambiar el rumbo del equipo.
Si bien Demichelis minimizó el suceso como un “intercambio de opiniones”, afirmando que “en todo vestuario hay discusiones, y yo no soy autoritario”, la realidad fue más dramática. En un arranque de frustración, Canales terminó pateando una puerta de cristal, resultando en una lesión en su pierna izquierda. Esta lesión compromete seriamente su participación en el crucial partido contra Chivas Guadalajara este sábado.
La directiva de Rayados confirmó la lesión y el incidente, pero se abstuvo de dar más detalles. La presión es máxima: a tres jornadas del final del Clausura, Monterrey lucha por un puesto en los playoffs. Su eliminación en octavos de final de la Copa de Campeones de la CONCACAF a manos del Vancouver Whitecaps exacerbó la crisis. El panorama es desalentador, y la lesión de Canales lo empeora aún más.
El equipo, que además de Canales y Ramos cuenta con figuras como Lucas Ocampo, Jesús Corona y Oliver Torres, se prepara para el Mundial de Clubes este verano, un evento que ahora parece una meta aún más distante. La participación de Canales en este torneo pende de un hilo, sujeta a la evolución de su lesión. El futuro de Rayados, al menos a corto plazo, está lejos de ser claro.
La presión por el éxito en el fútbol de élite es innegable, y este incidente pone de manifiesto la fragilidad que puede existir dentro de un vestuario, incluso con jugadores de talla mundial.