Ester Expósito deja el sex appeal de lado
En esta ocasión, la española dará vida en la serie “Bandidos” a Lili, una estafadora experta que usará todo su ingenio para apoderarse de un tesoro
CDMX
Sí, todos conocimos a Ester Expósito por su candente y odioso rol en Élite, y si bien al igual que el resto del elenco disfrutó del éxito y boom que su participación en la serie le dio a su carrera, no tomó mucho tiempo para que la actriz buscara desprenderse de esa imagen y probar que su talento va mucho más allá de su sex appeal y belleza.
Lo hizo dando un giro radical con Venus, el thriller de suspenso y terror de Jaume Balagueró donde encarnó a una bailarina que se las ve negras enfrentando a las mafias y entes sobrenaturales, y lo hizo junto a Amat Escalante en Perdidos en la noche, donde en la piel de una influencer superficial logró sacudir esta trama que se centra en desaparición forzada.
Y ahora lo hará a través de la serie de aventura y acción Bandidos, en la que encarna a Lili, una mujer supuestamente perfecta que al final resulta tan desastrosa como el resto del equipo.
“Lo que me encanta de este grupo es que son como la parodia de los estereotipos, por ejemplo con Lili que sería el típico personaje que sexualizas y qué vas a verla teniendo relaciones resulta que no, no va ir por ahí y es más la vas a ver equivocarse y retarse, pero que de pronto no le sale y se equivoca, o luego Miguel (Alfonso Dosal) que es el líder, que sería como el galán y el sueño de tipo, es justo lo contrario, es un ser humano normal.
“¿Estás diciendo que es feo? Quedó grabado que acabas de decir que es feo”, la interrumpe Juan Pablo Medina para molestarla.
“¡No! ¡Es guapísimo! pero no va de guapo, de este ser impecable que todo le sale bien y siempre sabe lo que tiene que hacer y eso es lo que va a conectar con el público, que van a poder decir: ‘Ah, yo también puedo ser ese personaje’ no superhombres y supermujeres que podemos con todo y todo nos sale bien, y esa humanidad y vulnerabilidad de los personajes los hace tan únicos e identificables”, explicó Expósito en entrevista.
Junto a Dosal, Medina, Mabel Cadena, Nicolás Furtado, Andrés Baida, Andrea Chaparro, Juan Pablo Fuentes, Bruno Bichir, Fermín Martínez y Adrián Ladrón, la española protagoniza esta nueva trama de Netflix que sigue a una banda de estafadores en su aventura por encontrar un tesoro Maya nunca antes visto, y aunque ésta no es la primera vez que la plataforma nos presenta a un grupo explosivo de atracadores, pues lo hizo muy bien con La casa de papel, estos son unos bandidos hechos a la mexicana, un tanto más amateur, lo que llena la historia de giros inesperados y comedia.
“La casa de papel está increíble, pero ellos son ladrones y nosotros bandidos, y son conceptos muy diferentes porque nosotros somos tan desalineados, tan inexpertos, que se vuelve también comedia porque somos un desastre, pero uno del que te enamoras porque encuentras tus defectos en estos amigos que le ponen toda la pasión y todo el carisma, cada uno tiene estrella y cada actor ha sido perfecto para cada personaje.
“Entonces nos hemos entregado tanto y hemos creado un vínculo y una dinámica tan linda que cuando haces algo con tantos personajes y tan coral es muy difícil que funcione en el set aunque te lleves muy bien fuera, y nosotros hemos conseguido ambas cosas y creo que se siente y se transmite, entonces Bandidos me parece que es una invitación al público a olvidarse de sus problemas, es de esas ficciones que te invitan a este viaje y te desconectan del mundo y te invitan a reírte de ti mismo y para mí es la filosofía de vida más interesante y más inteligente para poder estar en el presente disfrutar y no sufrir innecesariamente”, destacó la actriz de 24 años.
La imperfección fue el ingrediente favorito también de Dosal, quien fue el encargado de liderar esta nave dentro y fuera de la pantalla, aunque eso significara estar al borde de estrellarse.
“Miguel es un desastre, pero con buenas intenciones, le gusta estar con la gente y ama a su gente, su éxito justo radica en haber juntado a este equipo, aunque también hay adhesiones sin querer, pero él los adopta a todos y fue divertidísimo hacerlo porque es muy chido tener a un personaje que aparenta saber lo que va a hacer, pero no tiene ni idea y no le acompleja ni tantito”, compartió Dosal.
“Fue una experiencia muy divertida también fuera del set porque en esta ocasión estuvimos metidos en un hotel varios meses todos los actores, en una especie de Big Brother donde en todos todo fluyó tan ligero y tan bonito, porque además teníamos a nuestro capitán (Dosal) fuera y dentro de la cancha, cocinándonos todo el tiempo, quería que comiéramos sano y regañando a los jovencitos”, destacó Medina.