Susana Zabaleta: Más allá del Santo Grial

El telón se levanta, las luces se apagan, y en el escenario, una comedia de enredos se desarrolla. Pero detrás de las risas y aplausos de Spamalot, la exitosa obra teatral que llena el Centro Cultural Teatro 1 cada fin de semana, se esconde una historia menos divertida

Susana Zabaleta: Más allá del Santo Grial

Tras el éxito rotundo de la temporada 2025 de la producción de Alejandro Gou, con un elenco estelar que incluye a Adrián Uribe, Omar Chaparro, los Mascabrothers y Faisy, se desvela una historia menos divertida tras bambalinas. La armonía del escenario se ve empañada por un conflicto que involucra a una de las figuras principales: Susana Zabaleta.

Fuentes cercanas a la producción, que prefieren mantener el anonimato por temor a represalias, describen una situación tensa y compleja. "El ambiente de trabajo se ha vuelto insostenible debido al comportamiento de Zabaleta", revela una fuente. "Su actitud desde los ensayos ha sido, por decir lo menos, desafiante. Se cree superior a todos, interrumpe constantemente, e incluso ha llegado a imponer cambios en las escenas sin consultar con el director".

Esta conducta no es nueva para la artista, cuya trayectoria ha estado marcada por controversias públicas con otras figuras del medio. Sin embargo, a pesar de las expectativas de una posible madurez, la situación parece empeorar. "Su comportamiento con el equipo de producción es igualmente pésimo. Maquillaje, peinado, bailarines... nadie se salva de sus malos modos", añade la fuente. "Es increíble la falta de respeto y consideración hacia sus compañeros".

El incidente en el programa Faisy nights, donde Zabaleta casi abandona la entrevista tras una broma de Faisy sobre una reprimenda a Adrián Uribe, no es un caso aislado, sino un reflejo de su actitud general. "Parecía una diva de ópera, de verdad que iba a dejar plantados a sus compañeros en pleno programa", relata nuestra fuente. "La tensión era palpable".

Incluso la paciencia de comediantes conocidos por su buen humor, como Omar Chaparro y Adrián Uribe, parece haber llegado a su límite. "Ya ni siquiera los saludan con la misma frecuencia. Se nota que la situación es insostenible y todos tratan de mantener la distancia", comenta la fuente. "Es una pena, porque el espectáculo es excelente, pero el ambiente tras bambalinas es todo menos agradable".

Mientras el público disfruta de las risas en el teatro, la realidad detrás del telón es una compleja mezcla de talento y conflicto. El futuro de esta producción, y la participación de Susana Zabaleta en ella, queda en el aire.