Shakira enciende Hermosillo bajo la lluvia

El aguacero caía a cántaros, pero nada podía opacar el brillo de Shakira. En medio del caos organizado que solo una superestrella puede controlar, la cantante apareció, imponente, en un escenario resbaladizo y bajo un cielo plomizo. Su sonrisa, sin embargo, era un rayo de sol entre las nubes.

El vestuario, un elegante traje negro que contrastaba con la tormenta, parecía desafiar la adversidad. Desde el primer acorde de "Waka Waka", la energía del público inundó la plaza, un mar de paraguas y celulares iluminando la noche. La lluvia, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en un elemento más de una presentación inolvidable, un espectáculo de fuerza y resiliencia.

• Detalles técnicos: La lluvia obligó a improvisar y a retrasar el inicio del concierto, pero la producción superó todos los desafíos.
• Gira histórica: Este concierto en Sonora se convierte en un hito, marcando un regreso triunfal después de más de una década.
• Repertorio explosivo: Un recorrido por su extensa discografía, desde sus inicios hasta sus más recientes éxitos, demostró su evolución y versatilidad.

Con pasos firmes y una voz poderosa, Shakira demostró una vez más su dominio escénico. Cada canción era una declaración, cada movimiento una explosión de talento. Su conexión con el público fue palpable, una energía que trascendió la tormenta y dejó una huella imborrable en cada uno de los presentes. La noche culminó con una emotiva interpretación de "Ojos Así", bajo una lluvia que parecía aplaudir su magnífica presentación. Una noche para recordar, una leyenda confirmada.