Trump y el resurgimiento global del populismo de derecha

La mañana se presenta inusualmente fría en Washington D.C., un detalle que pocos notarán en medio de la expectación que envuelve la toma de posesión del 47° presidente de los Estados Unidos

Trump y el resurgimiento global del populismo de derecha

Un silencio ensordecedor recibió la reaparición de Donald Trump en la Casa Blanca. Cuatro años después, su regreso no fue el triunfo festivo que algunos esperaban, sino un evento cargado de una tensión palpable, que proyecta una sombra sobre el futuro de Estados Unidos y la geopolítica mundial. Las esperadas órdenes ejecutivas, promesas de un "América Primero" revitalizado, se perfilan como un juego de alto riesgo.

El uso estratégico de órdenes ejecutivas, una herramienta que permite acciones inmediatas sin el filtro legislativo, genera preocupación. “Esta vía rápida puede generar cambios rápidos, pero también inestabilidad y litigios,” advierte Ana Lucía Ramírez, experta en derecho constitucional de la Universidad de Harvard. La apuesta de Trump, por lo tanto, es un doble filo.

Más allá de las órdenes ejecutivas, la investidura de Trump representa el auge de un nacionalismo conservador a escala global. Líderes como Javier Milei en Argentina, Guillermo Lasso en Ecuador, y el influyente Viktor Orbán en Hungría, se perfilan como aliados naturales, dibujando un mapa político mundial en constante reconfiguración. La ausencia de Jair Bolsonaro, sin embargo, plantea interrogantes sobre la solidez de este nuevo bloque.

La ausencia de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en la ceremonia de investidura, es un gesto significativo. Este vacío, junto con la tibia relación con Lula da Silva en Brasil y la reciente visita del Rey de España a México, refleja un complejo entramado de relaciones internacionales. El nuevo orden mundial, definido por la ideología, se sustenta sobre arenas movedizas.

El impacto de este realineamiento ideológico se percibe en todos los niveles de la sociedad. El discurso populista de derecha encuentra eco en amplios sectores, desafiando las estructuras de las democracias liberales. La incertidumbre sobre el éxito de Trump es secundaria. La verdadera pregunta radica en cómo su agenda modificará la dinámica global. No se trata solo de su persona, sino del nuevo modelo de poder que intenta imponer.

La era Trump 2.0 ha comenzado, dejando tras de sí un mundo en transformación, con un panorama incierto y un futuro que se construye entre la esperanza y la amenaza.