Trump despliega tropas en la frontera con México, invocando posible ley de insurrección

La tensión en la frontera entre México y Estados Unidos se ha incrementado en las últimas horas, generando incertidumbre y debate en ambos países; las acciones tomadas por el gobierno estadounidense han revivido conversaciones sobre la compleja relación bilateral y las políticas migratorias

Trump despliega tropas en la frontera con México, invocando posible ley de insurrección

Una orden ejecutiva inesperada del Presidente Donald Trump, emitida en sus últimas horas de mandato, ha sacudido al país. La orden, dirigida al Pentágono, ordena el retiro inmediato de todas las tropas desplegadas en la frontera sur. La decisión, sin precedentes, ha dejado a muchos perplejos, especialmente considerando el despliegue masivo de tropas realizado durante su presidencia.

Fuentes anónimas dentro del Pentágono confirman que el retiro comenzará en las próximas 72 horas, afectando a los aproximadamente 6,700 militares (2,200 activos y 4,500 reservistas de la Guardia Nacional de Texas) actualmente en la zona. A diferencia de los reportes iniciales sobre un aumento de tropas, esta orden decreta una reducción completa de la presencia militar en la frontera. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) tendrá que reestructurar sus operaciones en consecuencia, dependiendo únicamente de sus propios recursos.

La sorpresiva decisión contrasta fuertemente con las políticas implementadas durante su primer mandato, donde se desplegaron 5,200 efectivos. La orden no hace mención a la Ley de Insurrección de 1807, ni a la Posse Comitatus de 1878, indicando una posible reorientación de la estrategia de seguridad fronteriza. La falta de explicación oficial ha generado especulaciones sobre las razones detrás de esta drástica medida.

Las reacciones han sido variadas, con grupos de derechos humanos celebrando el retiro, mientras que algunos sectores conservadores expresan su preocupación por las implicaciones en la seguridad nacional. El impacto a largo plazo de este retiro es aún incierto, pero sin duda marca un final inesperado para la militarización de la frontera sur bajo la administración Trump. El futuro de la seguridad fronteriza, ahora en manos de la nueva administración, está lleno de interrogantes.