Redadas de ICE en San Diego generan temor entre residentes
El ambiente en las comunidades del norte del Condado de San Diego se ha tensado últimamente. Vecinos reportan una creciente presencia de vehículos no identificados, generando inquietud y especulación
El miedo se respira en las calles de Escondido. Un incremento en la actividad del ICE ha generado una ola de ansiedad entre la comunidad inmigrante, dejando tras de sí un rastro de incertidumbre y temor. Este temor se palpa en el relato de una familia, residente de esta ciudad, quienes se enfrentaron a un operativo migratorio este pasado domingo. Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se presentaron en su domicilio, buscando a un familiar indocumentado, según denunció la pareja a Telemundo 20.
“Llegaron otra vez diciendo que tenían una orden, pero no la mostraron. Nos negamos a abrir la puerta porque no estaba firmada por un juez”, explicó el hombre, quien junto a su esposa grabaron el incidente. La pareja, que prefirió mantener el anonimato, describió la insistencia de los agentes, quienes se negaron a dejar la supuesta orden bajo la puerta. Desde entonces, la familia reporta una constante vigilancia policial alrededor de su hogar, incluyendo vehículos sin placas.
Este caso no es aislado. Pedro Ríos, Director del Comité de Amigos, reveló una preocupante estrategia del ICE: “Los operativos están por todas partes. El mandato es detener a 75 personas al día por distrito”, afirmó Ríos. Esta declaración pone en evidencia la magnitud de las acciones y la presión sobre las agencias federales.
La colaboración entre la DEA, división San Diego, y el Departamento de Seguridad Nacional en estos operativos migratorios ha sido confirmada. Según Ríos, ICE se está enfocando en personas ya registradas, cumpliendo con sus requerimientos de reporte mensual, lo que intensifica el pánico en la población indocumentada.
Mientras ICE describe estas acciones en redes sociales como “arrestos planificados”, el miedo persiste en la comunidad. Una persona indocumentada con más de 20 años en el país expresó su angustia: “Tenemos miedo. No tenemos papeles. Tenemos hijos y nietos aquí”.
La creciente presencia policial y la presión sobre los inmigrantes indocumentados pintan un panorama de incertidumbre. La realidad es compleja y en constante evolución, dejando a las comunidades afectadas con un sentimiento profundo de vulnerabilidad e inseguridad.