El engaño del lujo: cómo los aranceles de Trump expusieron la verdad detrás de las marcas exclusivas
El auge del comercio electrónico ha transformado la forma en que consumimos, especialmente en el sector del lujo; plataformas como TikTok se han convertido en ventanas a procesos antes ocultos, revelando detalles sorprendentes sobre la producción de bienes de alta gama

Un bolso Birkin de Hermès, símbolo de estatus y exclusividad, ¿realmente cuesta lo que se paga? Videos virales en TikTok, protagonizados por influencers como Luna Sourcing China y Sen Bags, han destapado la caja de Pandora del sector del lujo, revelando una realidad sorprendente sobre la fabricación de artículos de alta gama.
La investigación de estos creadores de contenido apunta a una considerable discrepancia entre el precio de venta al público y el costo real de producción. Mientras un Birkin se vende entre 20,000 y 35,000 dólares, su fabricación costaría apenas 1,400 dólares, según los videos. La diferencia, según se argumenta, reside en la marca, el marketing, y la cuidadosamente orquestada imagen de exclusividad que rodea a estas piezas.
El fenómeno trasciende la marca Hermès. Sen Bags, por ejemplo, asegura que más del 80% de los bolsos de lujo se producen en China, afirmando que las marcas europeas importan productos casi terminados, les añaden su logo y los reempaquetan, presentándolos como artículos fabricados exclusivamente en Europa. Esta estrategia, según el influencer, representa una potencial manipulación del consumidor.
El impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha exacerbado esta falta de transparencia. Las tarifas impuestas por la administración Trump y las medidas de represalia del gobierno chino han intensificado el escrutinio sobre la cadena de suministro del sector del lujo, exponiendo las complejidades de la globalización y sus efectos en los precios para el consumidor final, incluyendo al consumidor mexicano.
El auge de las compras directas desde China, impulsado por la información accesible en redes sociales, está modificando el panorama. Al eliminar intermediarios, los consumidores pueden acceder a productos similares a precios significativamente más bajos, lo que plantea interrogantes sobre el futuro del mercado del lujo y la percepción del valor en México, obligando a una reevaluación de lo que verdaderamente significa "lujo".