USCIS facilita la autodeportación con incentivos y mayores sanciones
La vida en Estados Unidos, un sueño para muchos, puede tener giros inesperados. Para aquellos que residen en el país sin la documentación necesaria, la incertidumbre es una constante; recientemente, se ha intensificado el debate sobre las opciones disponibles para quienes se enfrentan a una orden de deportación
Un nuevo programa de autodeportación, impulsado por el gobierno de Estados Unidos, está generando controversia. A través de la aplicación CBP Home, los inmigrantes indocumentados pueden optar por una salida voluntaria del país, recibiendo a cambio asistencia para viajes y un estipendio de US$1000. Sin embargo, la promesa de una posible vuelta legal al país se ve ensombrecida por la sombra de fuertes multas impuestas por la administración anterior.
La aplicación CBP Home, promocionada en redes sociales por el USCIS, simplifica el proceso de salida voluntaria. Los usuarios reciben orientación paso a paso, lo que facilita la gestión de su partida. La Secretaria del DHS, Kristi Noem, ha instado a los inmigrantes indocumentados a aprovechar esta oportunidad, recalcando las severas consecuencias de permanecer en el país ilegalmente.
Pero la realidad es más compleja. La promoción de CBP Home coincide con el cobro de millonarias multas por parte del ICE a inmigrantes con órdenes de deportación. Estas sanciones, retroactivas hasta cinco años, alcanzan sumas exorbitantes, llegando a superar los US$1.8 millones en algunos casos. Con un total de 4500 inmigrantes afectados y multas que superan los US$500 millones, la situación se presenta como un dilema para muchos.
El contraste entre el incentivo de US$1000 ofrecido por CBP Home y las multas de hasta US$998 diarias impuestas por el ICE, crea un escenario ambiguo. La amenaza de confiscación de propiedades para quienes no puedan pagar las sanciones añade otra capa de complejidad al proceso. La promesa de un posible retorno legal a Estados Unidos parece improbable para aquellos que se enfrentan a tales deudas.
La situación deja a los inmigrantes indocumentados en una posición difícil, obligándolos a sopesar los beneficios de una salida voluntaria con el riesgo de enfrentar deudas inmensas y la posibilidad de nunca poder regresar a los Estados Unidos. La complejidad del proceso y la incongruencia entre las políticas de incentivos y sanciones genera una gran incertidumbre para quienes buscan regularizar su situación.