Venezuela amenaza con respuesta militar a Guyana y Trinidad por ejercicios militares con EE. UU.

El Caribe se ha convertido en el escenario de una tensión que parece escalar semana tras semana. Mientras el sol caía este domingo, las redes sociales del ministro de Defensa venezolano ardían con un mensaje que dejó pocas dudas sobre la postura de Caracas frente a lo que califican como "provocaciones calculadas"

Venezuela amenaza con respuesta militar a Guyana y Trinidad por ejercicios militares con EE. UU.

Un tenso ambiente se respira en el Caribe. El Ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, lanzó una severa advertencia a Guyana y Trinidad y Tobago, acusándolos de ser instrumentos de la política estadounidense en la región. Su mensaje, difundido a través de un video, fue interpretado por muchos como una amenaza militar directa.

La escalada de tensión se sustenta en un incremento significativo de las actividades aéreas estadounidenses cerca de las fronteras marítimas de Venezuela. Según fuentes de inteligencia venezolana, Estados Unidos triplicó sus operaciones nocturnas en agosto, maniobras descritas por Padrino como "exploraciones encubiertas" realizadas en horas inusuales.

  • La presencia naval estadounidense en el Caribe oriental se ha intensificado con cuatro buques de guerra patrullando la zona.
  • Un reciente incidente involucró el bombardeo de una embarcación identificada como narcolancha por las fuerzas estadounidenses, dejando un saldo de 11 muertos.
  • Este fin de semana, marines estadounidenses abordaron un pesquero venezolano dentro de su Zona Económica Exclusiva, generando aún más preocupación.

La referencia de Padrino al Tratado de Proscripción de Armas Nucleares en América Latina, firmado en la CELAC en 2014, ha generado especulaciones sobre una posible prueba de límites por parte de Washington. El ministro enfatizó el compromiso de Venezuela con la paz, pero advirtió que "la ingenuidad no es una opción".

Cuba ha expresado su solidaridad con Venezuela, denunciando las acciones de Estados Unidos como una flagrante violación del Derecho Internacional. La coordinación entre La Habana y Caracas ante esta situación es evidente, mostrando un frente unido frente a lo que perciben como una estrategia de presión regional.

La opinión pública venezolana se encuentra dividida. Mientras algunos califican las declaraciones de Padrino como una maniobra distractora de la crisis interna, otros aplauden su firme postura ante lo que consideran una injerencia extranjera. El debate sobre la situación geopolítica y las posibles consecuencias de esta escalada de tensión continúa en las calles de Caracas y en los círculos internacionales.