Revelan en EU que el 'Chapo Junior' operó como informante del FBI
Fuentes de seguridad de Estados Unidos revelaron que la oferta fue lanzada a los 3 Chapitos, Iván, Jesús y Joaquín, sin embargo, el más joven de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, con 35 años, fue el único que respondió y mostró interés.
CDMX.
Meses antes de su entrega, Joaquín Guzmán López había recibido la oferta de Washington para rendirse a las autoridades estadunidenses. La sorpresiva extradición a Estados Unidos de Ovidio terminó por doblegar a un cada vez más titubeante Joaquín, y comenzó a negociar los acuerdos de su rendición con agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI). Sin embargo, entregar a Ismael Zambada, El Mayo, no estuvo entre los acuerdos sino hasta los últimos días.
Fuentes de seguridad de Estados Unidos revelaron que la oferta fue lanzada a los 3 Chapitos, Iván, Jesús y Joaquín, sin embargo, el más joven de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, con 35 años, fue el único que respondió y mostró interés. Iván y Jesús Alfredo ni siquiera se tomaron la molestia de responder; ambos encabezan hoy la lista de personajes prioritarios tanto para la Administración para el Control de Drogas (DEA), el FBI y la oficina de Investigaciones de Seguridad Interna (HSI).
También señalaron que además de un objetivo para arresto, Joaquín Guzmán López se convirtió en una “fuente” del FBI.
La entrega de Ismael Zambada García como moneda de cambio para beneficios penitenciarios no estuvo en la mesa hasta los últimos momentos previos a la entrega de Joaquín.
Tras los primeros reportes del arresto de El Mayo, agentes de seguridad confirmaban a MILENIO: “fue engañado por una fuente”, y más tarde revelaban: “Fue el hijo de El Chapo, Joaquín Jr. (...) Joaquín se rindió él mismo y trajo a El Mayo en el viaje.”
Hoy, de acuerdo con análisis de inteligencia en EU y México, Ismael Zambada Sicairos, alias Mayito Flaco, quedó al frente de la facción de su padre, con una ola previsible de violencia en las áreas de influencia del Cártel de Sinaloa.
La versión de una trampa por parte de El Güero se ha vuelto aún más grave luego de que el abogado de Zambada García, quien lo representa tras ser presentado en la Corte de Distrito Oeste de Texas, asegurara que su cliente llegó a Estados Unidos en contra de su voluntad, secuestrado.
“Mi cliente no se rindió ni negoció ningún término con el gobierno de Estados Unidos. Joaquín Guzmán López lo secuestró. Fue emboscado, tirado al suelo y esposado por seis hombres en uniformes militares y Joaquín”, explicó el abogado Frank Pérez a MILENIO.
De acuerdo con Pérez, el hijo del Chapo no solamente traicionó a quien fuera compadre de su papá, sino que utilizó la violencia para que El Mayo Zambada entrara en la aeronave que lo llevaría a manos del FBI.
“Sus piernas fueron amarradas y le pusieron una bolsa negra sobre su cabeza. Entonces lo lanzaron a la cajuela de una camioneta pickup y llevado a una pista aérea. Ahí fue metido a la fuerza a un avión, sus piernas amarradas a un asiento por Joaquín y traído a Estados Unidos en contra de su voluntad. Las únicas personas en el avión eran el piloto, Joaquín y mi cliente”, detalló Pérez.
Si bien la relación entre Los Chapitos y la facción de El Mayo Zambada había empeorado en los últimos años, llegando incluso a disputas violentas entre sus grupos de sicarios, el contacto entre ambas partes siempre había sido necesario, debido a que las rutas para el tráfico de drogas, los contactos y los recursos del cártel son, en su mayoría, compartidos.
La ruptura entre ambas células parece ahora inminente, dejando a los hermanos Iván y Jesús Alfredo Guzmán Salazar en un enfrentamiento directo con Ismael Zambada Sicairos, Mayito Flaco, defendiendo el legado de su padre.
Joaquín Guzmán López será presentado esta semana ante un juez de la Corte de Distrito Norte de Illinois, para enfrentar cargos por tráfico de cocaína, heroína, mariguana y metanfetamina, lavado de dinero y crimen organizado. El hombre de 35 se perfila para ser uno de los soplones de mayor perfil para las autoridades estadunidenses, y a la par, para algún día volver a estar en libertad.