Niña 2025: Amenazas globales y repercusiones en México

El clima global está cambiando, y no hablamos de teorías conspirativas ni de ciencia ficción. Cambios palpables ya están impactando la vida cotidiana en diversas partes del mundo, afectando desde las cosechas hasta la planificación de vacaciones

Niña 2025: Amenazas globales y repercusiones en México

Un inusual enfriamiento del Pacífico ecuatorial ha puesto en alerta a los meteorólogos de todo el mundo. El fenómeno, conocido como La Niña, ha regresado con fuerza en 2025, según el Centro de Predicciones Climáticas de Estados Unidos, provocando temperaturas oceánicas 0.5 grados centígrados bajo lo normal en las zonas monitoreadas. "Es un evento significativo que requiere una estrecha vigilancia", advierten los expertos.

Las consecuencias para México son diversas y de gran impacto. El norte y el altiplano mexicano se preparan para un invierno particularmente severo, con heladas más intensas y lluvias engelantes que podrían afectar la agricultura y la infraestructura. El noroeste y occidente, por su parte, continuarán sufriendo los embates de sequías persistentes, agravando la escasez de agua.

En contraste, el sur del Golfo de México, la Península de Yucatán y el Pacífico mexicano podrían experimentar un aumento considerable en las precipitaciones, lo que generará un incremento en la humedad, nubosidad y días lluviosos. Esta variabilidad climática afectará a la agricultura y a la gestión del agua en estas regiones.

El impacto global de este evento de La Niña es amplio y profundo. Estados Unidos anticipa un incremento de las tormentas invernales en el noroeste del Pacífico, mientras que el suroeste, incluyendo California, sufrirá sequías más intensas. El norte de las Grandes Llanuras enfrentará temperaturas inusualmente frías.

En Sudamérica, Argentina y Brasil, gigantes agrícolas, se preparan para el riesgo de sequías que podrían mermar sus cosechas. Paralelamente, Indonesia y el norte de Australia esperan lluvias más intensas que lo normal, con el consiguiente peligro de inundaciones.

La respuesta internacional a este evento de La Niña ha sido, hasta ahora, algo lenta. Si bien se estima una probabilidad del 60% de que se disipe en marzo, sus efectos se sentirán durante varios meses. El contraste entre las temperaturas más cálidas en el sureste de Sudamérica y las más frías en el noreste ilustra la complejidad de sus consecuencias.

Finalmente, Perú y Ecuador enfrentan precipitaciones por debajo del promedio, mientras que el noreste de Brasil se prepara para lluvias torrenciales con el potencial de causar graves daños. La preparación y la mitigación de riesgos son cruciales para minimizar el impacto de este fenómeno climático.