Las Remesas a México: Amenazadas por la Política Migratoria de Estados Unidos

Un posible impuesto del 10% a las remesas y el espectro de deportaciones masivas podrían provocar una drástica reducción en el flujo de dinero hacia México, según un preocupante análisis de la Universidad de Guadalajara.

El impacto, advierten los investigadores, podría ser devastador para las comunidades que dependen críticamente de estas transferencias de dinero. Antonio Ruiz Porras, destacado académico, calcula que las remesas, que representaron un significativo 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2024, podrían caer hasta un 20%, reduciéndose a un 2,6% o incluso menos del PIB. Esta disminución representaría una pérdida considerable de recursos, particularmente para estados como Chiapas y Jalisco, fuertemente dependientes de este ingreso.

Si bien las deportaciones masivas plantean un reto significativo, especialmente para la población mexicana indocumentada en Estados Unidos, el economista Clemente Hernández Rodríguez mantiene un cierto optimismo. Argumenta que la sólida ética laboral de los mexicanos y la depreciación del peso mexicano podrían mitigar, aunque no eliminar, el impacto negativo en los flujos de remesas.

Para contrarrestar esta amenaza, los expertos instan al Gobierno mexicano a actuar con prontitud. La diversificación de mercados y la inclusión de las remesas en las negociaciones del T-MEC se presentan como medidas cruciales. Ruiz Porras subraya la necesidad imperativa de que las remesas sean consideradas un tema prioritario en estas conversaciones, asegurando la protección de este flujo de recursos vital para la economía mexicana.

El futuro de las remesas se presenta incierto, pero la urgencia de una acción coordinada y estratégica por parte del gobierno mexicano es innegable para minimizar el daño potencial a la economía y a las comunidades más vulnerables del país.