Modernización de la CFE: Medidores Inteligentes y Combate al Robo de Energía
Vivimos en un país donde la energía eléctrica es esencial, un pilar fundamental para nuestra vida diaria. Desde cargar nuestros celulares hasta disfrutar de una noche de películas, la electricidad nos conecta de múltiples maneras; pero, ¿qué pasa cuando la gestión de este recurso vital se complica?
Un operativo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está generando incertidumbre entre los ciudadanos. La intensificación de las visitas a domicilio por parte de personal de la CFE para la instalación de medidores inteligentes (tecnología AMI), revisión de consumos y verificación de posibles manipulaciones ha llevado a una serie de interrogantes sobre seguridad y procedimientos.
- ¿Cómo identificar al personal autorizado de la CFE?
- ¿Cuáles son las sanciones por irregularidades en el consumo de energía?
- ¿Qué medidas de prevención se deben tomar para evitar problemas?
Para disipar dudas, la CFE ha reiterado que sus empleados deben presentarse con uniforme oficial, gafete con la leyenda “Al servicio de la CFE”, orden de servicio y conocimiento del número de servicio del domicilio. Es crucial recordar que no están autorizados a solicitar pagos en efectivo, propinas ni a ingresar a la vivienda sin el consentimiento explícito del propietario.
Las consecuencias por el robo de energía eléctrica, según el Artículo 368 del Código Penal Federal, son severas: penas de prisión de 3 a 10 años y multas de hasta mil días de salario mínimo (aproximadamente $278,000 pesos). El uso de "diablitos" u otros dispositivos para manipular el medidor también se castiga con hasta 10 años de prisión. Además, la CFE puede aplicar cargos por el consumo no registrado, incluyendo recargos, intereses y la suspensión del servicio.
Ante este panorama, la CFE exhorta a los usuarios a pagar puntualmente sus recibos, abstenerse de manipular el medidor y permitir el acceso a su propiedad únicamente a personal debidamente identificado. La colaboración ciudadana es fundamental para mantener un sistema eléctrico eficiente y justo.
La situación plantea un desafío para la CFE: comunicar eficazmente sus operativos y garantizar la confianza de la población. La claridad en los procedimientos y la transparencia en la información son claves para prevenir malentendidos y asegurar la seguridad de todos.