DEA revela presencia de siete cárteles en la CDMX: grave amenaza a la seguridad
La capital mexicana, un crisol de culturas y oportunidades, también enfrenta desafíos ocultos bajo la superficie de su vibrante vida cotidiana; desde la perspectiva de la seguridad, la ciudad presenta una complejidad que trasciende lo evidente, una realidad que se revela a través de informes que analizan las dinámicas del crimen organizado
Siete poderosos cárteles de la droga están asfixiando a la Ciudad de México, según una impactante revelación de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). El informe, Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2025, pinta un panorama sombrío de la presencia criminal en la capital mexicana, dejando al descubierto la compleja red de violencia y corrupción que la envuelve.
El documento detalla la significativa presencia del Cártel de Sinaloa, conocido por su papel principal en el tráfico de fentanilo, y la poderosa influencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel del Noreste y el Cártel del Golfo. Estas organizaciones, con sus vastas redes de operación, controlan importantes territorios y rutas de distribución, sembrando el terror en la ciudad.
Además de estos gigantes, el informe también menciona la presencia, aunque menor, de La Familia Michoacana, la Nueva Familia Michoacana y Cárteles Unidos. Si bien su influencia en la Ciudad de México es menos dominante que la de los grupos antes mencionados, su actividad criminal sigue representando una seria amenaza.
Pero el tráfico de drogas es solo la punta del iceberg. La DEA destaca la diversificación de las actividades criminales de estos cárteles, extendiéndose a un amplio espectro de delitos que incluyen el secuestro, la extorsión, el robo de vehículos, el lavado de dinero, la explotación sexual y el tráfico de armas. Estas actividades generan cuantiosas ganancias y debilitan las instituciones del país.
El informe de la DEA sirve como una llamada de atención sobre la urgencia de implementar estrategias integrales para combatir a estos cárteles y sus redes de apoyo. La amenaza a la seguridad nacional y la estabilidad social de México es evidente, requiriendo una respuesta contundente y coordinada entre las autoridades mexicanas y estadounidenses.