Caída en producción automotriz mexicana, pero crecimiento en exportaciones
La industria automotriz mexicana, pilar fundamental de la economía nacional, mostró un comportamiento mixto durante agosto; mientras las líneas de ensamblaje redujeron su ritmo, los embarques al extranjero mantuvieron su dinamismo, revelando las complejas dinámicas que enfrenta el sector
La industria automotriz mexicana enfrenta un panorama complejo, marcado por una caída en la producción interna a pesar del crecimiento en las exportaciones. Si bien se enviaron al exterior 296,796 vehículos, un aumento del 1.41% interanual, la producción total de vehículos ligeros registró una disminución del 0.78%, alcanzando las 349,856 unidades según datos del Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros.
Esta aparente contradicción se explica por una disminución del 2.99% en la demanda interna. El análisis de los datos revela que los camiones ligeros dominaron la producción con un 77.2%, mientras que Estados Unidos absorbió el 79% de las exportaciones. El acumulado de enero a agosto muestra un panorama más equilibrado, con 2.66 millones de unidades producidas (un ligero aumento del 0.52% respecto a 2024) y 2.25 millones exportadas (una disminución del 1.02%).
La importancia de este sector para la economía mexicana es innegable: "La industria automotriz contribuye con el 4% del PIB nacional y más del 20% del PIB manufacturero", según el Inegi. Este dato resalta la relevancia de los recientes altibajos en la producción, especialmente considerando que los meses de junio y julio mostraron un crecimiento del 4.89% y 2.36% respectivamente, antes de la reciente desaceleración.
Las tensiones comerciales, en particular los aranceles impuestos por Estados Unidos, continúan representando un desafío significativo para la industria, que apenas se recupera de los impactos de la pandemia. Las 22 empresas afiliadas a la AMIA y seis compañías independientes, que en conjunto representan 39 marcas, deberán implementar estrategias para mantener la competitividad en un mercado global cada vez más dinámico y competitivo. El reto es claro: asegurar la sostenibilidad de un sector vital para la economía mexicana.