Lika: Un puente para los migrantes

Se ha dedicado a brindar refugio y apoyo a mujeres, niños y familias que buscan asilo en Estados Unidos

Lika: Un puente para los migrantes

La incansable labor de Alma Angélica Macías Mejía, conocida como "Lika", ha trascendido fronteras. Desde su fundación hace más de cuatro años, Casa de Misericordia y de Todas las Naciones en Nogales, Sonora, se ha convertido en un faro de esperanza para miles de migrantes.

Inaugurado el 21 de marzo de 2020, este albergue ofrece refugio y apoyo a mujeres solas, niños y familias completas en su tránsito hacia Estados Unidos. Su colaboración con organizaciones internacionales lo ha consolidado como un pilar fundamental en la región, brindando servicios esenciales a más de 3,000 migrantes de 22 países.

“Lika”, con su visión integral, ha impulsado la creación de un espacio seguro donde se ofrecen servicios de alimentación, hospedaje, asistencia legal, atención médica y psicológica. Pero la innovación de Casa de Misericordia radica en su “Escuelita”, la única escuela presencial en Nogales durante la pandemia de COVID-19, incorporada a la SEP y que ha atendido a cerca de mil estudiantes, niños, jóvenes y adolescentes migrantes.

“El mayor reto ha sido ver a las personas en movilidad como individuos con necesidades reales, con un peso emocional enorme. No eligen esta situación; son personas con sueños, y nuestra labor es ayudarles a sanar y continuar su camino”, explica “Lika”.

La Casa de Misericordia no se limita a lo básico. Ha implementado proyectos comunitarios para fomentar la integración y el empoderamiento: un horno comunitario, un huerto orgánico, talleres de bordado y una tortillería, ofreciendo oportunidades para generar ingresos durante su estadía.

“Muchas veces, la gente duda de nuestra capacidad para abarcar todas las necesidades de los migrantes: educación, salud, alimentación… No se trata solo de comida o ropa, sino de una atención integral a la vida de cada persona”, afirma “Lika”.

El impacto de Casa de Misericordia es innegable. Su modelo, basado en la empatía y el respeto, ha creado un ambiente cálido donde los migrantes encuentran apoyo y esperanza.

La formación de “Lika” en trabajo social, teología y comunicación, junto a su inigualable calidad humana, son clave en el éxito de este refugio.

“Quiero que las mujeres sepan que tienen sueños, que pueden lograrlos. Que no teman emprender acciones, que no piensen que solo los hombres pueden cambiar el mundo. Nosotras también podemos hacer realidad nuestras aspiraciones”, concluye “Lika”, dejando un mensaje poderoso de empoderamiento.