Inminente inspección estadounidense a estaciones cuarentenarias de Nogales y AP
Autoridades estadounidenses realizarán verificaciones esta semana para reanudar exportaciones, tras suspensión por brote de gusano barrenador.
Con la esperanza de reactivar la economía ganadera de Sonora, las autoridades locales aguardan con ansias la visita de los inspectores sanitarios de Estados Unidos. Se espera que esta semana se lleve a cabo la inspección en las estaciones cuarentenarias de Nogales y Agua Prieta, un paso crucial para la reanudación de las exportaciones de ganado a Estados Unidos, según confirmó Célida López Cárdenas, titular de la Sagarhpa.
La funcionaria estatal explicó que, tras la aprobación de las nuevas medidas sanitarias por parte del Senasica, se solicitó formalmente a las autoridades norteamericanas (APHIS) la realización de una visita de inspección. La respuesta, según López Cárdenas, es inminente: "Esperamos confirmación en los próximos días, incluso es posible que tengamos noticias hoy mismo", afirmó.
Las nuevas medidas sanitarias, acordadas a nivel binacional, son exhaustivas, y buscan prevenir futuros brotes de enfermedades como el gusano barrenador, detectado recientemente en Chiapas. Estas incluyen la administración obligatoria de ivermectina al ganado antes de su movilización, así como periodos de cuarentena más prolongados en las instalaciones de Sonora.
"El proceso de exportación será más lento, pero la salud del ganado y la seguridad alimentaria son prioridades. Se han tomado medidas drásticas para garantizar que no se repita la situación", señaló López Cárdenas.
La suspensión de las exportaciones ha tenido un impacto significativo en Sonora, con un estimado de 2,000 a 3,000 cabezas de ganado retenidas diariamente durante casi dos meses. La visita de los inspectores estadounidenses representa, por lo tanto, un momento decisivo para la recuperación del sector ganadero sonorense, con implicaciones económicas de gran alcance para miles de familias.
El futuro de las exportaciones ganaderas de Sonora pende de un hilo, mientras los ganaderos esperan con impaciencia el resultado de la visita de los inspectores estadounidenses. El éxito de la inspección determinará el futuro económico de numerosas familias en la región.