Injusticia en la Guardería ABC: Exigen justicia por las víctimas

A 16 años de la tragedia que enlutó a Hermosillo, Sonora, la marcha por la justicia para las víctimas de la Guardería ABC culminó con un emotivo pase de lista, recordando a cada uno de los 49 niños fallecidos en el incendio del 5 de junio de 2009. Un grito unísono, “No debió morir”, resonó en las escalinatas del Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora, marcando el final de una jornada cargada de dolor, pero también de una firme determinación.

El contingente, integrado por familiares, amigos y activistas, recorrió casi 6 kilómetros, partiendo desde los restos de la Guardería ABC, en un ambiente inusualmente fresco para la época. Las consignas "ABC Nunca Más" y "5 de junio, Ni Perdón, Ni Olvido" retumbaron en el aire, acompañadas por pancartas que demandaban justicia. El sonido de 49 campanadas en la Parroquia San José, una por cada niño perdido, conmovió a quienes se encontraban a lo largo del camino. La solidaridad de vecinos de las colonias aledañas se manifestó con el ofrecimiento de agua a los marchantes.

La marcha, que inició a las 6:30 de la tarde, culminó cerca de las 7:50 pm con un conmovedor Manifiesto a la Nación. Patricia Duarte, madre de una de las víctimas y representante del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio, expresó la profunda frustración ante la lentitud y las inconsistencias del proceso judicial. La indignación se palpaba en sus palabras al denunciar la reducción de sentencias y la liberación de responsables, reiterando el compromiso de seguir luchando hasta que se haga justicia plenamente. Las tres condenas ejecutadas, de las 22 sentencias firmes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dos de las cuales resultaron en liberaciones, son un claro reflejo de la larga batalla que aún se debe librar.

El pase de lista final, un ritual doloroso pero necesario, fue un poderoso recordatorio de la promesa incumplida de justicia y la persistente lucha por la verdad y la reparación para las familias afectadas. El eco de "No debió morir", repetido con firmeza, fue un clamor por un futuro donde tragedias como la de la Guardería ABC no vuelvan a repetirse jamás.