La batalla por el Óscar
Los cinéfilos del mundo (o al menos a los que les importa la ceremonia estadounidense) han estado discutiendo qué tan ético es lo que hizo Yeoh al compartir ese artículo y borrarlo horas después.
Leyla Cárdenas/CDMX
Michelle Yeoh se la jugó. Vio su oportunidad y la tomó. El martes 7 de marzo cerraron las votaciones de los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para la ceremonia de los Óscar que se llevarán a cabo el 12 de marzo.
Pero a unas horas de que todo se decidiera, la nominada a Mejor Actriz por Todo en Todas Partes Al Mismo Tiempo, de origen chino y con larga trayectoria en el cine de acción de Hong Kong, compartió en su Instagram un artículo de la revista Vogue sobre la importancia de que la Academia premie a una mujer de color en la ceremonia de este año.
Que conste que ella no lo escribió, pero pareciera que la autora, Radhika Seth, le robó las palabras al denunciar que la última vez que una mujer no blanca se llevó el premio fue en 2002, cuando Halle Berry ganó con Monster’s Ball.
Aún más escandaloso es que Yeoh fuera la primera mujer asiática en siquiera ser nominada (una vez más Estados Unidos dando la impresión de que es un país enteramente caucásico al mismo tiempo que resaltan su legado como nación de inmigrantes).
Aún peor, el artículo menciona directamente a la actriz que va cabeza a cabeza con Yeoh en la carrera, Cate Blanchett (por Tár de Todd Field), argumentando que la australiana iría por su tercera victoria y que esta sería mejor aprovechada reconociendo no solo a la actriz malaya, sino a la diversidad racial que hace a Estados Unidos la potencia que es.
Para ser justos, tanto Yeoh como Blanchett dan probablemente las mejores actuaciones de sus carreras en las cintas por las que están nominadas, en el caso de Blanchett pareciera que cada que es nominada se ha superado a sí misma, pero resalta la pregunta, ¿Yeoh no había sido igual de nominada y galardonada antes por qué no había llegado a ese punto, o por qué la Academia tiene un punto ciego para cualquier persona con algo de melanina?
Los cinéfilos del mundo (o al menos a los que les importa la ceremonia estadounidense) han estado discutiendo qué tan ético es lo que hizo Yeoh al compartir ese artículo y borrarlo horas después.
O si su posible victoria serían los Óscar cediendo ante la presión de las tensiones raciales que siempre tienen a su país como olla de presión.
En realidad Michelle Yeoh simplemente le chambeó como muchos otros candidatos lo han hecho antes quizás de manera más sutil.
Como lo hizo el ahora persona non grata, entonces rey de Hollywood Harvey Weinstein en 1999 al impulsar su campaña por Shakespeare Apasionado al punto de quitarle Mejor Película a la favorita de aquel año, Salvando al Soldado Ryan (un resultado que los cinéfilos se siguen cuestionando hasta estas fechas).
Todo cinéfilo tiene ese momento de pérdida de inocencia en que se da cuenta de que las entregas de premios son como las campañas políticas, y los votantes son humanos de carne y hueso que se les pasaron ver unas películas o tienen un amigo que sacó algo este año, o les da malas vibras algún nominado o hay alguno que los saludó de muy buena gana en un evento. Se trata de quien los convence más dentro y fuera de la pantalla. Pero sean cual sean los criterios, lo primordial es que persista el espíritu de competencia y que todos se diviertan por supuesto.
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