Simple Plan da show nostálgico

Simple Plan da show nostálgico

CDMX

¡Qué curioso que el pop punk esté envejeciendo tan bien!

Parece que estamos a inicios de los 2000: Reencuentro de Blink-182, nueva canción de Sum 41, Emo Nites y un concierto de Simple Plan agotado anoche en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes.

La escena está más viva que nunca, se pudo ver en la vitalidad que Pierre Bouvier, el vocal de la banda canadiense, aún muestra en el escenario interpretando I’d Do Anything. Chuck (batería), Jeff (guitarra) y Sébastien (guitarra y bajo) no se quedan atrás, lo mismo se pudo ver en toda la gente que llenó el concierto.

Estaríamos mintiendo si decimos que fue una noche multigeneracional, pues aunque se siente muy padre ver a niños y adolescentes usando sus Vans, cantando Shut Up! y Jump, obviamente la mayoría eran puros treintañeros y hasta cuarentones que crecieron en el mundo del skate, el fleco, las bermudas y esa sensación de no pertenecer a ningún lado.

Pese a que Estados Unidos tiene una gira increíble con State Champs y Brasil tendrá un festival con ellos, Boys like Girls, The Used y más, en la CDMX Air Yel no sólo subió a ser la telonera, sino a colaborar en Jet Lag, cuyas vocales originales son de Natasha Bedingfield.

Este show de Simple Plan tuvo todo: reencuentros, memorias, cerveza y las ganas de jamás dejar de sentirse decepcionado mientras se cantaba Your Love is a Lie y enamorado, con Addicted.

Cuando salió el nuevo disco de Olivia Rodrigo, Guts, los críticos señalaron a la generación millennial como la más atraída por revivir crisis adolescentes en plenos 30, pues Simple Plan es completamente lo mismo. Welcome to my Life fue una de esas canciones donde, de corazón, sientes el abrazo de toda la gente que piensa, viste, luce y canta como uno. De 20, 30 o 40, este concierto se sintió por igual.

Desde hace muchos años que Pierre se ha vuelto uno de los cantantes con más simpatía en la escena, lo mismo que Tom DeLonge y Mark Hoppus, y los chicos de All Time Low, así que durante buena parte del concierto habló, saludó y contó algunas cosas.

Como era de esperarse, la mercancía, hecha en México, se subió al tren de Barbie e hizo un diseño bastante californiano y rosa para ser el más presumido en la gente que alcanzó su talla para vestirla; y la versión Día de Muertos no se quedó atrás.

Como es costumbre en varios shows pop punk, los cóvers se asomaron para hacer más nostálgica la noche. ¿Que tal algo de Avril Lavigne? Ser su paisana ayudó a que se aventaran su propia versión de Sk8ter Boi; All-Star, un homenaje luctuoso al fallecido líder de Smash Mouth, y Mr. Brightside, de The Killers. ¿Por qué tanta fascinación de las bandas pop punk por esa rola de Brandon Flowers? Hace poco, Travis Clarke, vocalista de We The Kings, también la versionó durante la Emo Nite. Como sea, siempre funciona en cualquier show que suena.

Si algo va de la mano con el pop punk, la cultura pop, el gusto por lo geek, y como Simple Plan interpreta el intro What’s The New Scooby-Doo?, pues no estuvo de más acordarse del perro detective y tragón más famoso de las caricaturas. Hubo de todo y para cualquier generación, incluso para los dos chiquitines que se subieron disfrazados de Scooby.

Es en un show así de punk que uno descubre que la autogestión musical siempre vale más que producciones colosales. Quizá el grupo jamás llegó a ser tan mainstream como The Killers, Imagine Dragons o cualquier rockero que tenga gigantescas producciones en sus tours, pero pertenecer a un universo alternativo donde basta el espíritu rebelde y desfachatado para hacer que valga la pena.

Lo más sad fue quedarnos con las ganas de Grow Up, la rola que resume a la perfección lo que es ser siempre pop punker, pero se tuvo I’m Just a Kid, la rola que elucubró el segundo aire de Simple Plan. ¿Recuerdan ese challenge de día del niño y ahora para cualquier momento, donde usas TikTok para mostrar cómo has cambiado de niño a adulto? Éste momento llegó, con Pierre agradeciendo esa viralidad que su gente les dio y propició que su música llegará a los más morritos.

Untitled (How This Could Happen to Me?) continuó y fue la antesala a una de las más esperadas de la noche, Perfect. Aquí se dio uno cuenta de cuán a reventar estaba el Pabellón. Quien no tiró una lagrimita cantando el derrotista y doloroso estribillo no puede decirse fan de Simple Plan, la neta. Pasó con muchos.

Fue de esos momentos donde cualquier melómano siente la tristeza como una forma de sentirse alegremente vivo. Simplemente perfecto para recordar quiénes fuimos y quiénes somos. Casi dos horas con Simple Plan confirmaron que esta escena está lejos de un estado de coma. Y como dicen varias bandas del género: Pop punk is not dead.