Consiente Paul McCartney a sus fans capitalinos
En una noche dedicada a John Lennon, el cantante deleitó a sus seguidores con un concierto de 36 canciones
CDMX
Pocas cosas en el mundo son eternas, Sir Paul McCartney, es una de ellas.
Y ayer llegó a la Ciudad de México con la primera, de dos fechas, de su gira Got Back. ¿Y saben qué dijo, en español con simpático acento británico, para más de 65 mil personas en el Foro Sol?
“¡Son a toda madre!”. También Paul lo es y lo atestiguaron contemporáneos y el puñado de generaciones que lo conocen casi como si fuera parte de su ADN. Por algo es uno de los Fab Four.
El bajista de The Beatles subió al escenario pasaditas las 21:00 horas. Su sola presencia es un viaje al pasado y una clase de cultura general.
Ataviado con un traje negro y armado con su bajo, Macca se arrancó con Can’t Buy Me Love, Junior’s Farm y Letting Go… una probadita del The Beatles y Wings, éste, el grupo que compartió con su adorada Linda.
“Hola, México. Buenas noches. Esta noche voy a tratar de hablar un poquito de español”, dijo. Su esfuerzo avisó que sería una velada de escala épica, británica e histórica.
“Ahora voy a hablar en inglés, porque les dije que era poquito, vamos a cantar canciones nuevas y viejas”, agregó. Dio paso a She’s a Woman y Got You Get You Into My Life. “Muchas gracias”, dijo el condecorado con la Orden del Imperio Británico.
“Ésta es una canción nueva”, dijo antes de que Come On To Me le diera un momento de intercambio con el público que aplaudía al ritmo que el exBeatle marcaba.
Y como si volviera a tener 18, Macca no desperdició un instante para volver locas a las chicas, por lo que quitarse el saco y quedar en chaleco y camisa no fue ningún problema para él. Aceptó la rechifla coqueta como siempre.
Y así, con toda la actitud llegó Let Me Roll It de Wings, el momento perfecto para hacer un pequeño homenaje a Jimi Hendrix con su Foxy Lady. “Hice este homenaje a mi amigo Jimi Hendrix”, sostuvo.
Y, entonces, llegó Getting Better con la cual McCartney le hizo la noche, el mes, la semana y el año a aquellos que fueron al show vestidos como los personajes del disco Sgt, Pepper ‘s Lonely Hearts Club Band.
Era obvio que el lugar iba a estar abarrotado de sargentos pimientas y hasta con Lenny Kravitz en la zona más cercana al escenario. Nadie quería perderse la presentación de un histórico como Sir Paul.
A sus 81 años, McCartney es tan versátil como a los 15, lo mismo esta con el bajo y la guitarra, pero cuando se sienta al piano empieza la magia. Let ‘Em In de Wings hizo que, por primera vez en la noche, la iluminación no corriera a cargo de la producción, sino del público que hizo brillar el Foro Sol con sus celulares.
“¡Paul, Paul, Paul!”, aclamó el público, que fue apaciguado cuando My Valentine se hizo presente acompañada por la imagen de una chica que traducía la letra en lenguaje con señas.
“Escribí esta canción para mi hermosa esposa Nancy, quien está aquí entre ustedes”, dijo Paul. ¿Alguien la habrá reconocido como a Lenny?
Nineteen Hundred and Eighty Five y Maybe I’m Amazed prepararon el terreno para que I’ve Just Seen a Face hizo bailar al público con ese toque country que tiene, pero In Spite Of All The Danger, de The Quarrymen, llegó hasta el origen de todo lo que es McCartney y The Beatles.
“Y entonces nos fuimos de Liverpool a Londres”, dijo Sir Paul para poner a bailar y cantar con Love Me Do, a la cual siguió un aguacero de aplausos a ritmo de la mandolina de McCartney con Dance Tonight.
Paul no es Paul nada más porque sí, él solito llena el escenario y corazones. Con su guitarra acústica, lanzó un hechizo sobre sus seguidores cuando dio vida y voz a Blackbird, de The Beatles, y Here Today, de “su amigo y hermano John Lennon”.
Un momento clásico en los conciertos de Paulie que hizo pensar que la CDMX sería la afortunada en tener el estreno en vivo de Now and Then, la última rola del Fab Four y no fue así.
Paul hizo su último acto de magia. Con Obla Di Obla Da arrancó ese tramo en el que es imposible que la piel no reaccione y los gritos salgan no del pulmón, sino del estómago.
Band On The Run fue sólo el preámbulo para ese acto increíble: Get Back abanderó la noche y Let It Be hizo que algunos llamarán a sus amigos más entrañables para compartir el momento.
Entonces, el Foro Sol se encendió cuando Live and Let Die hizo que el público cantara mientras los fuegos artificiales prendieron el escenario y el cielo capitalino.
Llegó Hey Jude e hizo que, nuevamente, los fans terminaran con la piel de gallina. Quien no lloró en este segmento, quizás, sea de sentimientos fuertes.
Paul colocó a John Lennon en pantallas, mientras daba vida a I’ve Got A Feeling y celebrar el cumpleaños de aquellos amantes del rock con It’s Your Birthday. Y se despidió casi a medianoche con Sgt. Pepper…, Helter Skelter y Golden Slumbers.