Fallece Sergio Cisneros, tecladista de Mägo de Oz
La música, ese lenguaje universal que trasciende fronteras y une corazones, a veces nos deja un silencio ensordecedor cuando uno de sus grandes intérpretes se marcha. La pérdida en el mundo artístico siempre deja un vacío difícil de llenar, una huella imborrable en la memoria colectiva de quienes disfrutaron de su talento

Un silencio ensordecedor se ha apoderado de los escenarios del folk metal español. La noticia del fallecimiento de Sergio Cisneros, el emblemático tecladista de Mägo de Oz, ha dejado un vacío irreparable en el corazón de miles de fans. Tras una prolongada lucha contra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Cisneros, un artista excepcional, ha partido dejando tras de sí un legado musical inigualable.
Su virtuosismo al teclado, su talento compositivo y su capacidad para crear atmósferas únicas se reflejan en clásicos de Mägo de Oz como "Gaia", "El que quiera entender que entienda" y "Van a rodar cabezas", piezas maestras que han marcado a toda una generación. Su influencia trasciende el rol de simple tecladista; su aportación creativa a canciones como "El Paseo de los tristes" y "La Conquista" es innegable, dejando una huella imborrable en la historia de la banda.
La polifacética carrera de Cisneros se extendió más allá de Mägo de Oz. Su incansable pasión lo llevó a colaborar en más de 20 proyectos musicales, demostrando una versatilidad y una búsqueda constante de nuevas expresiones artísticas. Su trabajo junto a José Andrëa, tras su salida de la banda, es solo un ejemplo de su espíritu innovador y su deseo de explorar nuevos horizontes sonoros.
El impacto de su partida ha conmocionado al mundo de la música. El sentido mensaje de despedida de Mägo de Oz, “Nuestro querido amigo ha dejado de sufrir y por fin ahora está donde no existe el dolor. Estos días en Madrid no para de llover y es que hasta el cielo llora su pérdida. Ha sido un honor compartir contigo el camino de baldosas amarillas. Espéranos y ve organizando un último concierto para cuando lleguemos los demás.”, es un emotivo testimonio del cariño y el respeto que le tenían sus compañeros y amigos.
Aunque la ausencia de Sergio Cisneros deja un inmenso vacío, su música seguirá viva, resonando en cada nota, en cada acorde, en cada canción. Su legado perdurará a través de las generaciones, un faro que guiará a nuevos músicos e inspirará a aquellos que aprecian el talento, la pasión y la dedicación a la música. Su obra trascenderá el tiempo, un testimonio eterno de su genio creativo.