Gael García Bernal nos enfrenta a 'El Tema'
Los cortos ambientalistas inician temporada y M2 platicó con Gael García Bernal y el activista Pablo Montaño sobre intenciones, retos y el papel de la fama en el activismo.
CDMX.La cita fue en la Cineteca Nacional y el tema era… pues “El Tema”, cuya segunda temporada nos lleva a temas urgentes de atender como agua, aire, movilidad, alimentos y residuos, ahora en distintos puntos de la ciudad de México. La serie de pequeños documentales que se pueden ver en YouTube, producidos por La Corriente del Golfo, productora creada por Gael García y Diego Luna tienen la misión de dejar claro que aún hay cosas que podemos, y debemos hacer.M2 - ¿Cuántos años llevan diciéndonos que si no hacemos un cambio serio respecto a nuestros hábitos, vamos a destruir el planeta? ¿Es tarde? ¿Por qué viendo El Tema, pareciera que no entendemos cosas tan fundamentales como el aire o el agua?GGB – Claro, y empecemos por ahí, cuando El Tema vino a nuestras casas, ventanas, eran los ochenta. Había un conflicto espantoso con la contaminación del air, lo hay todavía, pero se tomaron acciones y se habló mucho, y vaya que en esa época no éramos ciudadanos del todo. Así nace este proyecto, que viene de una angustia personal, pero que es generalizada.M2- ¿No creen que cuando se politiza se deja de ver la realidad? En Estados Unidos, por ejemplo, los que no son liberales niegan el cambio climático como dogma político dejamos de hablar de la ciencia. ¿Tú lo has vivido así, Pablo?PM – Claro, y es que llegamos a un terreno donde se puede manipular la información, el caso de Estados Unidos es tremendo, porque tienes una conversación que ya no habla de ciencia sino de ideologías donde si estas en algún partido tienes que estar en contra de los hechos. Y en este país corremos el riesgo de caer en lo mismo. Hay que ver que dice la ciencia, cuanto tiempo tenemos para hacer cambios y para qué. Por eso se llama el tema.M2 – Y luego hay que lidiar con aquellos que insisten que todas las especies acaban por extinguirse y que no es por nada que nosotros hagamos. ¿Por eso poner el rostro e historias de la gente directamente impactada?GGB – Es que sí, y esos discursos de los que hablas son muy parecidos a como cuando la gente en los ochenta la gente decía “México no está listo para la democracia”. Es igual de ridículo, es de ignorantes decir eso. Ahora estamos en un país y en una condición distinta que permite que los movimientos ecologistas operen. Lo que conocemos hoy como el activismo ecológico lleva mucho tiempo en México y en muchos otros países, en forma de defensa del territorio. En forma de la defensa comunitaria. En realidad siempre han sido comunidades que han entendido que no hay separación entre el hombre y la naturaleza.M2 - Ni fronteras, realmente cuando hablamos de esto, ¿No?PM – El problema es que tenemos una manera de querer imponerle nuestras deseos, objetivos, metas e ideologías políticas y económicas a la naturaleza. La naturaleza no juega con esas reglas. La naturaleza no responde a “yo le aventé tres millones de dólares a un bosque en Costa Rica por lo tanto puedo talar y contaminar en México. No funciona, no se compensa de esa manera.M2 – Gael, tú con Diego y todo el equipo de Ambulante han hecho muchísimo por el documental en México y fuera. ¿Qué tanto has aprendido del género como para decidir que esto debía ser así, como lo hicieron?GGB – Uy, muchísimo, es el género o formato de película que más me gusta, porque aunque sean malos aprendes. No tengo el tono en el lomo para tratar de hacer un documental, lo intenté una vez y me agotó, se me hizo muy complicado y hay gente que lo sabe hacer muy bien. Aquí, esto está dirigido por Santiago Maza, quien es una persona hecha documental.M2- Gael, lo has dicho muchas veces y me queda clarísimo después de tantos años de conocerte que lo que tú has buscado nunca ha sido la fama. Pero la tienes, ¿descubres que es al menos una buena moneda de cambio para poder hacer estas cosas?GGB- (Risas) Puesto así, de una manera muy burda, pues sí. Porque de alguna manera esto de la fama fue una cosa inesperada. Fue difícil, es muy difícil esa interacción social que te provoca. Hay que crecer en un entorno amoroso para poder llevarla bien, sino es muy complicado. Pero realmente se le puede virar y dar una vuelta al viaje artístico. No se habla ya mucho de eso, pareciera que quedó como algo muy elevado. Pero para mí, muy naturalmente, hacer estos documentales es parte de ese viaje. Haces comunidad. Y la expresión artística puede venir de cualquier lado. Ya lo dijo Ratatouille, puede venir desde cualquier lado y donde más se disfruta es en compañía y comunidad.