Lleva Ejército víveres a acapulqueños; reclaman más ayuda
El Plan Marina ya empieza a reparar los daños que dejó el huracán Otis en el puerto y el Ejército lleva las primeras toneladas de víveres a los más necesitados.
Acapulco, Guerrero.Aunque el Plan Marina ya empieza a reparar los daños que dejó el huracán Otis en el puerto y el Ejército lleva las primeras toneladas de víveres a los más necesitados, los guerrerenses reclaman la lentitud de las acciones y priorización de las zonas turísticas.“La ayuda está llegando, pero es poca y se da en la Costera. Nosotros vivimos en las colonias de atrás, de arriba, donde no hay hoteles, ni plazas comerciales y ahí no ha entrado un solo convoy de ayuda del tipo que sea.“Nos están exponiendo al robo en casas, a las enfermedades porque ya hay moscos en la basura. Algunos podemos venir en carros o caminando, pero hay niños y personas de la tercera edad que no tienen cómo moverse y se están muriendo de sed y hambre”, reclamó Francisco Luna, en una plática con EL UNIVERSAL.Ayer, más de cien toneladas entre alimentos, aguas, artículos de limpieza y de aseo personal, arribaron al puerto a través de los puentes aéreos abiertos por el gobierno federal.EL UNIVERSAL verificó que la ayuda está siendo entregada colonia por colonia. Sin embargo, el huracán se lo llevó todo y, aunque los víveres son miles, no son suficientes para satisfacer las necesidades básicas de los habitantes de Acapulco.“No ha venido la gobernadora. No ha venido Abelina tampoco. Hoy entró el Ejército por primera vez y no sabemos si es porque quieren que los medios lo vean. No tenemos ni una gota de agua y en las colonias ya hay balaceras para robarnos las últimas láminas y cosas que el huracán no se llevó.“Mi esposo es ciego y tiene diabetes. Hacen falta medicinas. Hacen falta también jeringas, si me dan la insulina, ¿como se la voy a poner? Nos vamos a morir antes de que terminen de entregar comida porque ni los frijoles que dan o la sopa podemos hacer porque no hay agua, ni fuego para cocinar porque no hay gas”, contó a EL UNIVERSAL la señora Emma Plata quien acudió a recibir una despensa, pero no alcanzó ninguna de las 120 cajas.Sobre el saqueo a negocios las opiniones están divididas pues mientras algunas personas se dicen de acuerdo con las acciones de robo por motivos de necesidad, otras desearían tener acceso a las pocas tiendas que empiezan a recuperarse para comprar lo que les hace falta.“El Oxxo que está en mi calle ya tiene luz, pero no tenemos cómo comprar porque no hay nada, la gente se lo llevó todo.“Yo sé que la desesperación es mucha, pero, por ejemplo, el K de allá resistió y nos regaló todo lo que tenía sin necesidad de robarle, igual un Neto que tengo un poco más retirado. Conozco el hombre porque la siento y sé que si no robamos nos vamos a morir, pero no podemos robar porque dejamos inservibles esas tiendas y a lo mejor ya iba a entrar más carga de comida”, expresó Héctor Reyna a esta casa editorial.La Secretaría de Marina (Semar) comunicó a EL UNIVERSAL que esta semana llegarán vía terrestre y puente aéreo, más de mil toneladas de artículos de primera necesidad que serán distribuidos entre las personas de la sierra y familias de la zona turística.En respuesta, los habitantes de la zona roja de Acapulco, Guerrero, dicen que están en incertidumbre ante la llegada de más apoyos y son vulnerables a padecer robos o enfermar.