Asesinato de turista argentino en Río de Janeiro
Río de Janeiro, una ciudad que cautiva con sus paisajes impresionantes, también guarda zonas de profunda vulnerabilidad. La belleza del Cristo Redentor, ícono mundial, contrasta con realidades menos visibles para los turistas
Un viaje familiar que terminó en tragedia marcó el final del año para la familia Burlón. Gastón Fernando Burlón, ex secretario de turismo de Bariloche, falleció el lunes pasado tras un ataque a tiros ocurrido el 12 de diciembre en Río de Janeiro, Brasil. El destacado promotor turístico, de 51 años, se encontraba con su novia y sus hijos cuando el destino tomó un giro inesperado.
La familia, guiada por un GPS, se desvió de su ruta hacia el Cristo Redentor y terminó en el Morro dos Prazeres, una favela controlada por el Comando Vermelho. Allí, según informes policiales, fueron víctimas de un ataque armado. Burlón recibió disparos en la cabeza y el pecho, quedando en estado crítico.
Tras ser trasladado al Hospital Souza Aguiar y sometido a una cirugía de emergencia, Burlón fue inducido a un coma del cual lamentablemente no despertaría. La Cámara de Turismo de Bariloche confirmó su deceso, generando conmoción en la comunidad turística.
"Su pasión por Bariloche y el turismo será recordada por siempre," expresó la Cámara en un comunicado, destacando su trayectoria y contribución al sector. Burlón también lideró la Cámara Argentina de Turismo Estudiantil, dejando un legado de trabajo y dedicación.
El dolor por esta pérdida es compartido por su familia y amigos, incluyendo a su novia, Nadia Loza, secretaria de Turismo de la provincia de Salta. Loza declaró a medios argentinos: "La vida nos golpeó con una fuerza devastadora; nada volverá a ser igual." El lamentable suceso renueva la discusión sobre la seguridad turística en zonas de riesgo, la necesidad de información precisa para viajeros y la responsabilidad de las autoridades en la prevención de este tipo de tragedias.
El caso de Burlón, junto al incidente similar sufrido por el turista italiano Roberto Bardella en 2016 en la misma región, sirve como un crudo recordatorio de la importancia de planificar cuidadosamente los viajes a áreas con alta incidencia delictiva. La tecnología, aunque útil, no puede reemplazar la investigación previa y la precaución necesaria en destinos con riesgos de seguridad.