Muere niño por desnutrición en Benito Juárez: consternación en CDMX

La Ciudad de México, un crisol de contrastes, esconde historias que a veces escapan a la mirada cotidiana. Historias que, por su crudeza, nos obligan a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la responsabilidad que compartimos como sociedad

Muere niño por desnutrición en Benito Juárez: consternación en CDMX

Un silencio sepulcral envolvió el moderno paisaje de la Alcaldía Benito Juárez. Detrás de la fachada de cristal y acero, una tragedia desgarradora se desarrollaba en secreto: la muerte por desnutrición de Omar, un niño de tan solo seis años. Su pequeño cuerpo, un testimonio silencioso del abandono, fue encontrado en un estado crítico: piel adherida a los huesos, labios amoratados, un peso incompatible con su edad. La imagen, según fuentes oficiales, era desgarradora.

En un departamento desprovisto de servicios básicos –agua, luz y gas–, Omar, que debería estar disfrutando de la inocencia de la primaria, yacía en una cama desierta, víctima de una indiferencia que lo consumió lentamente. Tras un desesperado traslado al Hospital Pediátrico de Azcapotzalco, el desenlace fue inevitable: Omar perdió la batalla por su vida.

La investigación se centra en su madre, una mujer de nacionalidad rusa que se desempeñaba como escort. Si bien se especula sobre la falta de recursos económicos como posible motivo del abandono, la realidad es que la mujer huyó tras el hallazgo, dejando a las autoridades la tarea de encontrarla y esclarecer los hechos. Su paradero permanece desconocido, sumiendo el caso en un misterio que conmueve a la ciudad.

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha abierto una exhaustiva investigación que busca no solo determinar las causas de la muerte de Omar, sino también las responsabilidades legales que conlleva este trágico suceso. Las pesquisas abarcan la posible negligencia de vecinos o instituciones que podrían haber prevenido la tragedia, profundizando en las circunstancias del abandono y revisando el historial familiar del menor. Se busca comprender la historia completa de Omar y los factores que llevaron a este desolador final, poniendo de manifiesto la imperiosa necesidad de fortalecer los programas de apoyo social y protección infantil en la ciudad.

El caso de Omar, un nombre que se convierte en un grito silencioso de auxilio, deja una profunda cicatriz en la conciencia colectiva y un interrogante que resonará por mucho tiempo: ¿qué fallas sistémicas permitieron que esta tragedia ocurriera en el corazón de una ciudad moderna? Las respuestas, aún por descubrir, definirán el futuro de esta investigación y, con suerte, evitarán tragedias similares.