Satura actividad a Patrulla Fronteriza

Nuevo día/ Nogales, SonoraLos agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector de Tucson se enfrentan a desafíos complejos en la aplicación de la ley y a las misiones humanitarias en lo que parece ser una nueva modalidad en la frontera Suroeste. En el mes de mayo, los agentes del sector de Tucson rescataron a 108 personas que cruzaron la frontera ilegalmente, incluido un hombre encaramado sobre un acantilado en Sonoita. Los agentes encontraron un gran número de unidades familiares de América Central, afectando recursos y superando las detenciones anuales. La Patrulla Fronteriza del Sector Tucson también incautó un avión ultraligero con narcóticos peligrosos y descubrieron un túnel transfronterizo incompleto en Nogales.“El contrabando de extranjeros es un negocio lucrativo”, dijo Roy Villareal, Jefe de la Patrulla Fronteriza del Sector Tucson, lo que provoca vulnerabilidad en las operaciones”, expuso.A fines de mayo, durante una operación binacional, un equipo conjunto de fuerzas de seguridad de EE. UU. y México, descubrió y desmanteló numerosas posiciones de observación de cárteles, destacando el entorno peligroso a lo largo de la frontera. Unos días antes que los agentes del Sector Tucson asegurarán a un avión ultraligero cargado con más de 143 libras de metanfetamina y fentanilo.Ayer, un solo grupo de 134 centroamericanos se entregó a la Patrulla Fronteriza en Sásabe después de caminar alrededor del extremo Oeste de las cercas peatonales. Aproximadamente diez horas después, otro grupo de más de 30 personas cruzó en el mismo lugar.Con el aumento de la población migrante vulnerable que cruza la frontera, las necesidades humanitarias se han multiplicado exponencialmente, abrumando los recursos de transporte, médicos y mano de obra. La tensión y el costo humano son frustrantes para los migrantes, sus familias, el público estadounidense y los agentes de la ley.El riesgo directo para la salud y la seguridad humana es el resultado de esfuerzos criminales robustos. Las organizaciones criminales transnacionales están empleando métodos peligrosos y poco convencionales para contrabandear a humanos y drogas a los Estados Unidos, lo que dificulta la aplicación de la ley y las capacidades de primera respuesta.