Asesinato de veterinario en Sonora desata exigencia de mayor seguridad
Marchan por las calles de Nogales en protesta contra la criminalización de su labor y la falta de protección
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Con una marcha silenciosa y un cese de actividades a nivel nacional, la Asociación de Médicos Veterinarios del Norte de Sonora exigió justicia y mayor seguridad para el gremio, conmovidos por el asesinato del zootecnista Héctor Hernández en el Estado de México y los numerosos ataques sufridos por colegas en todo el país.
Partiendo a las 10:30 horas de la mañana, los profesionales de la salud animal recorrieron la avenida Álvaro Obregón, escoltados por Tránsito Municipal, hasta el conjunto escultórico a Juárez. Previamente, se reunieron en las instalaciones del Ayuntamiento de Nogales, donde el Alcalde Juan Gim Nogales les brindó su apoyo y escuchó sus demandas.
El contingente, compuesto por médicos veterinarios y personal de clínicas de atención animal, portó pancartas que rechazaban la criminalización y la difamación de su profesión, denunciando campañas de desinformación en redes sociales. Se expresaron particularmente preocupados por la vulnerabilidad de sus colegas que trabajan en zonas rurales y rancherías, donde la ayuda en caso de emergencias es limitada.
Los manifestantes señalaron que las redes sociales se han convertido en un foco de ataques, con perfiles falsos y estrategias de desprestigio que buscan menoscabar la labor de los médicos veterinarios. "Nuestros pacientes no pueden expresar su dolor; eso dificulta nuestro trabajo y nos hace más vulnerables a la incomprensión y las agresiones", expresaron algunos participantes.
El personal del Centro de Control Animal de Nogales se unió a la marcha, compartiendo sus experiencias con altercados y amenazas por parte de la comunidad en sus labores diarias. La protesta culminó con un llamado a las autoridades para garantizar la seguridad de los médicos veterinarios y poner fin a la violencia y las amenazas contra la profesión.
El paro de actividades, replicado en todo el país, fue un contundente mensaje que busca no sólo la justicia por los profesionales fallecidos y agredidos, sino también un cambio cultural que reconozca la vital importancia de su labor y la necesidad de protegerlos.