Norcorea dispara más misiles, pero envía 'disculpas' a Trump
SEÚL.
Corea del Norte volvió a lanzar este sábado dos misiles balísticos de corto alcance, con lo que mantiene su pulso con Seúl y Washington por las maniobras militares que los aliados realizan en el Sur y a las quePyongyang se opone con firmeza.
El régimen que encabeza Kim Jong Un disparó a primera hora de la mañana otros dos proyectiles desde su costa oriental, el quinto test de este tipo en quince días, y que al igual que en los anteriores se hizo con misiles balísticos de corto alcance, según el análisis del Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS).
Pyongyang ha dejado claro que estas exhibiciones militares son una "advertencia" a Seúl y a Washington por sus maniobras conjuntas veraniegas, a través de sucesivos comunicados de los medios estatales y de declaraciones del líder norcoreano.'PEQUEÑA DISCULPA'
Sin embargo, el presidente estadunidense, Donald Trump, aseguró este sábado que Kim le ha ofrecido una "pequeña disculpa" por las recientes pruebas de misiles balísticos de corto alcance realizadas por su propio Gobierno en una carta que le envió esta semana.
''Fue una pequeña disculpa por probar los misiles de corto alcance y (dijo) que estas pruebas se detendrían cuando terminaran los ejercicios", dijo Trump en Twitter, en alusión a los periódicas maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos.
De hecho, Trump explicó que a Kim le gustaría reunirse y comenzar las negociaciones con Estados Unidos "tan pronto como terminen los ejercicios conjuntos" entre Seúl y Washington.
Los dos aliados llevan a cabo esas maniobras castrenses entre los días 5 y 20 de este mes en Corea del Sur, aunque la escala de los ejercicios se ha reducido de forma significativa respecto a años anteriores como resultado de los acuerdos alcanzados en las cumbres intercoreanas y en las reuniones entre Trump y Kim.
''Era una carta larga, gran parte de la cual se quejaba de los ejercicios ridículos y caros", describió el mandatario estadunidense.
Trump también comentó que espera ver al líder norcoreano, con quién se ha reunido ya en tres ocasiones desde su llegada a la Casa Blanca, "en un futuro no muy lejano".
Así, Trump abrió la puerta a tener otro encuentro con Kim, en la que sería la cuarta cumbre después de las citas de Singapur en junio de 2018, la de Hanoi en febrero de 2019 y su última cita en la frontera intercoreana a finales de junio.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca este viernes, Trump argumentó que la misiva tiene tres páginas "escritas de arriba a abajo", le llegó este jueves y le fue entregada "en mano" directamente desde Corea del Norte, algo que consideró positivo porque evita "filtraciones" a la prensa.
Desde el pasado 25 de julio, Corea del Norte ha efectuado ya cinco rondas de lanzamientos de misiles que incluyeron cohetes balísticos de corto alcance, según los primeros análisis de las fuerzas surcoreanas.DIÁLOGO ESTANCADO
En su última cumbre improvisada en la frontera intercoreana a finales de junio, Trump y Kim pactaron reactivar el diálogo sobre la desnuclearización de Corea del Norte, aunque por el momento esto no ha sucedido.
Seúl, en cambio, parece más alarmado con los lanzamientos del Norte, en los que el régimen afirma haber verificado la eficacia de un tipo de proyectil con alcance suficiente para golpear el Sur y las bases estadounidenses allí ubicadas.
Los máximos responsables de defensa e inteligencia del Sur, Jeong Kyeong-doo y Suh Hoon, creen que los movimientos del norte "son una demostración de fuerza" y están dirigidos a "testar las capacidades de su nuevo modelo de proyectiles de corto alcance", según manifestó este sábado un portavoz de la oficina presidencial surcoreana.
Ambos altos cargos de Seúl "instaron al Norte a dejar de lanzar misiles" y advirtieron de que "su serie de movimientos provocativos pueden derivar en una escalada de las tensiones militares en la península coreana", señaló el portavoz en un comunicado.
El último test armamentístico del Norte había tenido lugar al día después de la visita a Seúl del secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, para reunirse con su homólogo surcoreano y con el presidente Moon Jae-in, entre otros miembros de su Gobierno.
Durante las reuniones, el Jefe del Pentágono reiteró la voluntad estadunidense de dialogar con Pyongyang y al mismo tiempo de mantener las sanciones sobre el régimen hasta que éste se desnuclearice.
Pero ni Esper ni los miembros del Ejecutivo de Seúl mencionaron públicamente las protestas y amenazas expresadas por el Norte con motivo de las actuales maniobras conjuntas, y se limitaron a hablar sobre dichos ejercicios desde un punto de vista técnico.