Madonna honra su legado
En Londres retomó su trono en el pop en el inicio de The Celebration Tour, con el que festeja 40 años de carrera
CDMX
Como si fuera casi un paseo por un museo en donde la historia está ahí, al alcance de la vista y, en este caso, del oído, Madonna arrancó su tan esperada gira mundial The Celebration Tour, con la cual la cantante hizo una fiesta para conmemorar sus cuatro décadas en los escenarios.
Desde su disco homónimo de 1983 hasta Madame X, de 2019, Madonna no sólo honró su propio legado, sino que también le hizo un homenaje a la cultura pop, de la cual ella es una de las máximas representantes, al empoderamiento femenino, a la rebeldía sexual y a la pasión de ser quien uno quiere ser.
El boleto indicaba que el primer show —de seis sold out— iniciaba a las 20:30 horas, sin embargo después de un retraso de 20 minutos que se le atribuyó a algunas fallas técnicas, la fiesta de la realeza de la música estaba por comenzar.
Cuarenta años en los escenarios y haber sido bautizada como la Reina del Pop, le da a Madonna la libertad de hacer lo que se le pegue la gana… en realidad siempre lo ha hecho, pero en esta ocasión, a sus 65 años, la cantante hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere.
No por nada en el tiempo de retraso ordenó a uno de sus cortesanos salir al escenario a darles una probadita de lo que sería el vestuario de la velada. Así, vestido al mejor estilo de Luis XV, Bob the Drag Queen hizo una introducción de lo que será la celebración, misma que comenzó con el hit de 1998, Nothing Really Matters, la cual no tocaba en vivo desde hace 24 años.
Ahí en un escenario circular central, rodeado por una pasarela que atravesaba entre el público, apareció Madonna ataviada con un traje negro y corona, como la reina que es, sentada en su trono recordándole a todos quién mandaba esa noche.
“Es bueno estar de vuelta, Londres”, lanzó la cantante que con un set de más de 30 canciones —de las cuales 28 tocó completas y otras más en medleys-, enloqueció a los presentes en el O2 Arena.
Madonna juega y viaja en el tiempo a placer, lo mismo se instala en los años 80 con Everybody con elementos de Where’s The Party, lleva a su público hasta el colorido Hollywood con Into de Groove y Burning Up.
Si bien Madonna pareciera ser esa reina fría que sin pena pediría la cabeza de un súbdito que no la complació, en el fondo es una mujer que ha peleado por cada uno de los reconocimientos que tiene y que entiende, con su experiencia profesional, que los problemas pasan.
“Fui bailarina anoréxica durante un par de años. Estaba arruinada, sin hogar y hambrienta, pero no estaba dispuesta a regresar porque no soy una persona que se rinde. Así que decidí convertirme en música.
“Cuando estaba en quiebra no tenía dinero para bañarme o ducharme, así que salía con hombres que tenían duchas y baños. Salía con ellos y si pensaba que eran lindos. ‘¿Tienes baño y ducha?’. Les preguntaba, ellos asentían y me miraban como si estuviera loca. Y yo decía: ‘¡vamos a cenar!’. Todos tenemos que luchar para llegar a fin de mes, ¿verdad? ¿Sabes a qué me refiero? “, expresó Madonna mientras que los problemas de audio eran resueltos, de acuerdo con el Daily Mail.
“Estas son las cosas que temo que pasen en el primer concierto de mi gira”, dijo Madonna con su peculiar sentido del humor cuando tuvo que detener Open Your Heart para recomenzar la canción por problemas con el audio.
¿Quién no baila y recuerda a la jovencita que enloqueció a toda una generación con las primeras notas de Holiday?, por lo menos las 20 mil personas que abarrotaron el recinto londinense.
A sus 65 años y tras haber tenido que aplazar el arranque de su gira un par de meses por una infección bacteriana que llevó la llevó a terapia intensiva, Madonna es consciente de lo importante que es la salud, hoy más que nunca, por lo que no dudó ni un momento en hacer un homenaje a sus amigos que fallecieron a causa del sida.
“En memoria de las grandes estrellas que perdimos a causa del sida”, se leyó en las pantallas mientras que la imagen de Freddie Mercury y Arthur Ashe se proyectaron en el recinto en tanto las notas de Live To Tell abrazaron a cada uno de los presentes.
En el mundo de la música hay mujeres que podrían heredar el trono de Madonna, sin embargo, sus verdaderos herederos, sus hijos, fueron su mayor apoyo. “Todos mis hijos están aquí y eso me hace muy feliz”, dijo.
Así llegó Like A Prayer, convirtiendo la Arena O2 en un templo en donde los crucifijos y las plegarias se hicieron escuchar. Y no tendría ningún sentido tocar la religión y no dar paso al segundo acto del show, en el que se desbordó el erotismo y la sensualidad de Madonna y su música.
Entre antifaces, corsés, satín rojo, caminata a gatas, besos entre mujeres y encajes fue como canciones como Erotica, Justify My Love, Fever, Hung Up, Bad Girl, Vogue y Human Nature, se apoderaron de los fans.
Y si bien mantener un reinado no es algo sencillo, si es algo inteligente, así que Madonna no dudó en hacer una cortesía para Beyoncé cuando interpretó un remix de Break My Soul, de la misma forma que Queen Bey lo hizo a Madonna durante su concierto de Nueva Jersey en agosto pasado. Si, Beyoncé y Taylor Swift podrán ser las mujeres más poderosas de la industria hoy en día… hasta que Madonna decide volver a su trono.
Die Another Day, que tenía casi 20 años de no tocarla en vivo, solo le abrió el paso a Don’t Tell Me y Mother and Father. Ella no paraba de felicidad y más cuando su hija Lourdes, que cumplió 27 años, se unió a ella en el escenario para ser jueza de una pasarela de baile en el escenario.
“Están sucediendo muchas cosas realmente locas en el mundo. Lo que está sucediendo en Israel y Palestina me rompe el corazón al ver a los niños sufrir, a los ancianos sufrir, todo es desgarrador. Pero aunque nuestros corazones estén destrozados, nuestro espíritu no puede estar quebrantado.
“Somos personas muy poderosas, podemos unirnos en la oscuridad y el mal o podemos unirnos en un lugar de luz y amor. Y si todos tuviéramos esa conciencia colectiva, podríamos cambiar el mundo y traer la paz, no sólo a Oriente Medio, sino a todo el mundo”, señaló Madonna según varios medios británicos, quien también en algún punto del show mostró su solidaridad a Ucrania mostrando una bandera del país y le realizó un homenaje a Sinéad O’Connor, la cantante irlandesa que falleció este año.