Abogados de Diddy buscan separar demandas civiles de juicio por agresión sexual

El mundo del entretenimiento suele estar envuelto en un halo de glamour, pero detrás de las luces y las cámaras, a veces se esconde una realidad mucho más oscura; esta semana, un nuevo capítulo en la historia de un magnate musical ha conmocionado a la opinión pública

Abogados de Diddy buscan separar demandas civiles de juicio por agresión sexual

El juicio federal contra Sean "Diddy" Combs, acusado de tráfico sexual y chantaje, ha generado un intenso debate legal. El inicio del juicio, programado para el 5 de mayo, se vislumbra complejo, con la defensa del rapero luchando para excluir las decenas de demandas civiles por agresión sexual que pesan sobre él. Estas demandas, que abarcan décadas, pintan un panorama inquietante de presuntas agresiones, pero la defensa argumenta que su inclusión en el juicio criminal es perjudicial para un proceso justo.

La moción presentada por la defensa ante la corte del Distrito Sur de Nueva York busca impedir que se presenten estas acusaciones civiles, calificándolas de "prejudiciales" y con el potencial de "confundir al jurado". Se argumenta que la evidencia de las demandas civiles no tiene relación directa con los cargos específicos por los que Combs está siendo juzgado: conspiración para delinquir, dos cargos de tráfico sexual y dos cargos de transporte para participar en la prostitución. El documento legal afirma que la inclusión de estas acusaciones civiles crearía un juicio basado en la reputación, en lugar de las pruebas concretas relacionadas con los cargos presentados.

El testimonio de Cassie Ventura, expareja de Combs, será crucial. Ventura ha declarado que testificará usando su nombre real, junto con otras tres víctimas identificadas por la fiscalía. El testimonio de estas seis mujeres, tres de ellas bajo anonimato, se espera que arroje luz sobre el presunto patrón de comportamiento descrito por la acusación.

La fiscalía alega que Combs y sus asociados usaban promesas de relaciones románticas para atraer a las víctimas, para luego someterlas a "freak offs", espectáculos sexuales forzados a través de "fuerza, amenazas de fuerza y coerción". Este supuesto modus operandi, según la fiscalía, se extendía durante años.

Con Combs actualmente detenido en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn y declarando su inocencia, el juicio promete ser un evento mediático de gran envergadura, con consecuencias potencialmente devastadoras para el magnate del hip-hop y que pondrá a prueba los límites de la justicia en el contexto de la fama y el poder.