Sheinbaum garantiza abasto de medicamentos y supervisa su distribución
La gestión de medicamentos en México enfrenta un reto constante: asegurar el abastecimiento oportuno a instituciones como el IMSS, el ISSSTE y el IMSS Bienestar; se trata de un proceso complejo, con implicaciones que van más allá de la simple entrega de fármacos

El desabasto de medicamentos en México sigue siendo una preocupación latente, a pesar de los esfuerzos del gobierno. Aunque la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha asegurado que “el abasto de medicamentos se va a garantizar”, la realidad en el terreno es más compleja. La llegada de fármacos al IMSS, ISSSTE, e IMSS BIENESTAR, si bien se ha iniciado, no se realiza con la regularidad deseada.
Para contrarrestar los incumplimientos de las farmacéuticas, tanto nacionales como internacionales, el gobierno mexicano está apostando por una estrategia de doble vía. Por un lado, se impulsa la atracción de inversión extranjera para la creación de nuevas plantas de producción farmacéutica en territorio nacional. Esto, se espera, diversificará las fuentes de suministro y reducirá la dependencia externa. Simultáneamente, se busca fortalecer Birmex, la empresa pública, para que aumente su capacidad de producción de medicamentos genéricos.
La Presidenta Sheinbaum ha subrayado la supervisión directa que realiza sobre el proceso de abastecimiento, destacando el compromiso del gobierno con la solución definitiva del problema. Sin embargo, la eficacia de estas medidas aún está por verse, y la población espera una mejora tangible en el acceso a los medicamentos esenciales.
Más allá del abasto, un factor clave en la estrategia gubernamental es la homogeneización de los tratamientos médicos. La implementación de Protocolos de Atención Médica unificados busca optimizar el uso de recursos públicos al promover el uso de medicamentos genéricos o más económicos, sin comprometer la calidad de la atención. Este proceso requiere de la estrecha colaboración de los profesionales médicos para identificar y consensuar las alternativas terapéuticas más eficientes y accesibles.
La apuesta por la eficiencia en el gasto público y la mejora del acceso a medicamentos, a través de la unificación de protocolos y la diversificación de la producción, se enfrenta al reto de superar los retrasos y la falta de puntualidad por parte de los proveedores internacionales y nacionales, un desafío que el gobierno se compromete a resolver.