Ohtani dispara jonrón para la victoria de los Dodgers 6-5

El ambiente en el Dodger Stadium palpitaba con una energía única. Miles de aficionados, algunos haciendo fila desde horas antes del amanecer, esperaban ansiosos

Ohtani dispara jonrón para la victoria de los Dodgers 6-5

Un jonrón de Shohei Ohtani en la novena entrada, un cohete de 399 pies que voló hacia el jardín central, selló la victoria de los Dodgers sobre los Bravos de Atlanta con un marcador final de 6-5. La noche, sin embargo, estuvo lejos de ser tranquila.

Los helicópteros que sobrevolaban el Dodger Stadium captaron imágenes del tráfico monumental que rodeaba el coliseo, anticipando la emoción que se desataría dentro. Era la noche de los bobbleheads de Ohtani, y la superestrella japonesa no defraudó, aunque el camino a la victoria estuviera plagado de desafíos.

Los Dodgers se encontraban abajo en el marcador, 5-0, al final de la séptima entrada, tras una serie de errores defensivos y una irregular salida de Blake Snell. La situación parecía desesperada, pero el equipo, impulsado por la magia de Ohtani y el oportuno bateo de Max Muncy, realizó una asombrosa remontada.

Muncy, dejando de lado su nuevo bate, conectó un doble de dos carreras en la octava entrada, empatando el marcador 5-5. “Creo que hubo algo bueno en usar el bate torpedo, solo en la práctica,” bromeó Muncy sobre su cambio de estrategia de último minuto.

Con el juego en un hilo, Ohtani se enfrentó al lanzador de Atlanta en la parte baja de la novena. “Si no recibía un buen lanzamiento para batear, estaba dispuesto a negociar el boleto,” explicó Ohtani después del juego. Pero el destino, y su excepcional talento, le tenían reservada una sorpresa.

El batazo resonó con fuerza, un jonrón que rompió el empate y desató la euforia de los 50,281 espectadores. Ohtani recorrió las bases con la emoción a flor de piel, sellando una victoria que extiende la impresionante racha de los Dodgers a 8-0, el mejor comienzo en la historia para un campeón defensor de la Serie Mundial.

El manager Dave Roberts calificó la actuación de Ohtani como "simplemente especial". Muncy agregó: “Sigue metiéndose en estas situaciones donde esperas lo impensable de él y rara vez decepciona. Eso realmente dice algo”. Incluso Snell, a pesar de su mala salida, reconoció: "Nosotros lo sabíamos, es simplemente lo que hace".

El bullpen de los Dodgers fue clave en la remontada, permitiendo solo tres hits en las últimas cinco entradas. Jack Dreyer, novato del equipo, consiguió su primera victoria en las Grandes Ligas. La victoria, sin embargo, fue más que una anotación en la tabla de posiciones; fue una demostración de resiliencia y unidad.

Como dijo Muncy: “Los muchachos no se rinden. Nadie realmente ha estado deprimido o fuera de sí mismos. Solo ver a los muchachos en el vestuario unirse de esa manera, es un momento bastante genial”. Una noche para recordar, no solo por el jonrón de Ohtani, sino por el espíritu indomable de un equipo que escribe su propia historia.