Publicaciones de Rachel Zegler desatan amenazas contra Gal Gadot
El mundo del cine a veces se parece más a un campo de batalla que a un plató de grabación. Las rivalidades, los conflictos y las presiones detrás de las cámaras a menudo eclipsan el brillo de las luces y la magia de la pantalla

Las redes sociales, un arma de doble filo, han vuelto a demostrar su poder para desatar controversias inesperadas. Esta vez, el foco se centra en la tensión generada entre dos figuras prominentes de Hollywood: Gal Gadot y Rachel Zegler, cuyos caminos se cruzan en medio de una tormenta de amenazas y debates políticos.
Rachel Zegler, la nueva Blancanieves de Disney, se ha visto envuelta en una polémica tras expresar su apoyo a una "Palestina libre" en la plataforma X (antes Twitter). Esta declaración, hecha en agosto pasado, desencadenó una serie de reacciones, pero su impacto se extiende más allá de lo imaginable.
El efecto dominó llega hasta Gal Gadot, la estrella de Wonder Woman, quien se ha visto blanco de amenazas de muerte. La actriz israelí, ex-soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel, ha sido relacionada con la controversia, generando un aumento alarmante de amenazas, presuntamente como respuesta a la postura de Zegler. La magnitud de la situación obligó a Disney a intervenir, implementando medidas de seguridad adicionales para proteger a la actriz.
Fuentes cercanas a Disney revelan que la joven Zegler, de 23 años, no anticipó la envergadura de las consecuencias de sus publicaciones. A pesar de las advertencias, continuó expresando sus opiniones políticas en las redes sociales. Gadot, por su parte, ha mantenido un perfil más bajo, centrándose en mensajes de apoyo a la liberación de rehenes de Hamas y evitando así involucrarse directamente en el debate palestino-israelí.
El conflicto ha trascendido el ámbito digital. Una protesta de activistas pro-palestinos durante la ceremonia de la estrella de Gadot en el Paseo de la Fama de Hollywood puso de manifiesto la polarización generada en torno a la figura de la actriz y, por extensión, al remake de Blancanieves. Este proyecto, ya criticado por su presupuesto desorbitado (más de 270 millones de dólares) y las controversias sobre su reparto (incluyendo las críticas por la ausencia de actores con enanismo), se ha convertido en un símbolo de la compleja red de intereses y opiniones que se entrelazan en la industria cinematográfica.
El caso Gadot-Zegler sirve como un crudo recordatorio de los desafíos que enfrentan las celebridades en la era digital, donde una publicación aparentemente inocente puede tener consecuencias impredecibles y devastadoras, dejando al descubierto la fragilidad de la imagen pública en un mundo hiperconectado.