Sheinbaum arremete contra la oposición por su postura sobre aranceles de EU

La escena en Palacio Nacional era tensa. El aire, cargado de expectación, precedía a las declaraciones de la presidenta; los rumores sobre las reacciones a las decisiones económicas de Estados Unidos corrían como la pólvora entre los asistentes a la conferencia matutina

Sheinbaum arremete contra la oposición por su postura sobre aranceles de EU

Una inesperada calma envolvió la sala de prensa. La tensión, palpable minutos antes, se disipó como la niebla matutina ante el anuncio de la presidenta. Entonces, Claudia Sheinbaum Pardo, con una sonrisa sutil que contrastaba con la seriedad del momento, desató una ola de reacciones al revelar un nuevo capítulo en la compleja relación entre México y Estados Unidos.

El tema, los aranceles. Pero no los que se impusieron, sino los que no se impusieron. Sheinbaum expuso una interna política inesperada: un sector de la oposición, según ella, presionaba por la imposición de aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos a México. “Hubo presiones, sí,” admitió la mandataria, sin mencionar nombres, pero dejando entrever una profunda fricción política. “Algunos buscaban una escalada comercial que, a todas luces, perjudicaría a nuestro país,” agregó, con un tono mesurado pero firme.

La presidenta explicó que la postura de este grupo opositor se basaba en una estrategia de desestabilización, buscando desacreditar la gestión de su gobierno y, en sus palabras, “un retorno a prácticas políticas del pasado”. Sheinbaum argumentó que la ausencia de aranceles recíprocos, gracias a la fortaleza de la relación con Estados Unidos bajo el T-MEC, representaba un triunfo para México, abriendo puertas a la inversión y el crecimiento económico.

A pesar de los gravámenes a productos como acero y aluminio, Sheinbaum destacó el impacto positivo de la decisión de Estados Unidos. La exención arancelaria para varios sectores, según ella, refleja la confianza de la administración estadounidense en el gobierno mexicano y su compromiso con las reglas del T-MEC. "Es una victoria para México," afirmó con convicción.

Sheinbaum concluyó su declaración enfatizando el beneficio económico para México y la necesidad de unidad nacional frente a las presiones externas. "Nuestro enfoque debe ser el desarrollo del país, no la búsqueda de ventajas políticas a corto plazo," sentenció, dejando claro que la polémica interna por los aranceles estaba lejos de concluir.